El volcán de La Palma forma otro gran río de lava, más fluido, camino del mar

Vista del los ríos de lava que descienden por la ladera del volcán en La Palma. EFE/Ángel Medina G.
photo_camera Vista del los ríos de lava que descienden por la ladera del volcán en La Palma. EFE/Ángel Medina G.
La lava cubre 258 hectáreas afectando a su paso a 686 edificaciones y más de 22,2 km de carretera

El volcán de La Palma ha entrado este lunes en una nueva fase en la que vuelve a generar fuertes explosiones de tipo estromboliano y ha formado una gran colada de lava que desciende desde su cono principal por el camino abierto por las anteriores, tras una jornada en la que pareció detenerse de forma súbita y su actividad cesó durante horas.

La nueva colada de lava del volcán de Cumbre Vieja, más fluida que las anteriores, avanza rápidamente hacia el municipio de Tazacorte, y se sitúa desde esta posición a unos 1.000 metros del mar. Está a punto de entrar en el municipio después de que el volcán retomara con fuerza su actividad sobre las 19:00 hora local de ayer. La emisión de lava es mucho mayor de la emitida a lo largo de la pasada semana, pero sobre todo mucho más fluida.

En estos momentos hay dos bocas activas: una en el cono principal del volcán y otra por debajo del mismo, que emite lava a alta temperatura y muy fluida, que podría llegar al mar por encima de las dos coladas anteriores. Según Involcan, la lava de este nuevo río más fluido es del tipo hawaiano.

La colada ha encontrado en su camino el obstáculo de la montaña de Todoque y empieza a rebasarlo por uno de sus laterales, mientras que las anteriores coladas se encuentran casi detenidas.

Según la información actualizada del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), la extensión de la superficie afectada por el avance de lava sigue aumentando y se desplaza en dos coladas: la del Sur, que mantiene una velocidad baja; y la del Norte, más activa, que se encuentra en el área de la montaña de Todoque, a una distancia de entre 800 y 1.000 metros de la costa de Tazacorte.

Ante esta evolución y con carácter preventivo, se encuentran desde el pasado domingo confinadas las áreas de San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa.

 

Por el momento, según esta fuente, la erupción del volcán no está influyendo negativamente en la calidad del aire. En las zonas afectadas por una intensa caída de cenizas, se recomienda permanecer en espacios interiores, medida que se une a la recomendación de mantener un radio de exclusión de 2.5 km en torno a los centros de emisión para minimizar el riesgo de impacto de piroclastos y exposición a los gases. El aeropuerto de la isla se encuentra operativo, aunque ninguna compañía operó vuelos durante el día de ayer.

Sin contar con la gran cantidad de lava que está expulsando desde esta noche, esta erupción ya había superado en solo siete días la última ocurrida en La Palma, la del Teneguía de 1971: del nuevo volcán han salido en una semana 46,3 millones de metros cúbicos de materiales, mientras que el Teneguía movió 43 millones en 24 días. Y lo ha hecho tras avanzar con rapidez este domingo por el pueblo de Todoque, arrasando nuevas edificaciones, entre ellas la iglesia, y llegar hasta la montaña de este barrio de Los Llanos de Aridane, el último obstáculo que le queda por sortear hasta llegar al mar.

Volcán de La Palma: Superficie que cubre la lava

La lava que sale del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, ha cubierto desde que comenzó la erupción el domingo, 19 de septiembre, un total de 258 hectáreas, lo que implica 20,5 hectáreas más que el muestreo anterior, según el seguimiento por satélite del programa Copérnicus de la Unión Europea. Asimismo, la lava ha afectado a 686 edificaciones a su paso por la isla de La Palma, de las que ha destruido 589, lo que ha supuesto 76 más que en el anterior muestreo del satélite europeo.

Además, según el último muestreo de Copernicus que data de las 06.50 horas del 27 de septiembre, la lava también ha afectado a 22,2 kilómetros de carretera de la isla, llevándose por delante 21 kilómetros de vías.

En la última reunión del Pevolca, el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, y la portavoz del comité científico, María José Blanco --directora del IGN en Canarias--, han resaltado que el volcán prosigue su evolución con la normalidad propia del mismo siendo de tipo fisural y estromboliano que se comporta "como tal", con continuidad y discontinuidad, por lo que ambos han señalado que no debe preocupar que se produzcan cambios durante el proceso.

Blanco ha apuntado que el volcán ya ha emitido 46,3 millones de metros cúbicos de material magmático --más que la erupción del Teneguía en 1971-- y ha resaltado que el mecanismo estromboliano se concentra en el cono principal y ha habido pulsos magmáticos --columna blanquecina que desaparece y alcanza gran altura--.

Así, ha apuntado que el proceso "va a seguir mostrándolo" en próximas fechas y aunque las explosiones han cesado en el cono, que ha ido modificando su estructura, "se pueden volver a producir y bruscamente".

El programa Copérnicus, coordinado a través del Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias (CENEM), cuenta con dispositivos para la monitorización y seguimiento de las redes nacionales de alerta, situaciones potenciales de riesgo, incidentes y emergencias del ámbito de la protección civil.

El semáforo volcánico de la isla se mantiene en rojo, en situación de emergencia, y el proceso eruptivo continúa.

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