Warhol y el plátano más famoso del rock: 55 años de una obra sorprendente

Es posible que un disco que ha cumplido 55 años en estos días siga siendo un emblema de ruptura, progresión y vanguardia? Pues les aseguro que en mi opinión este disco lo es, y precisamente traigo hoy a estas páginas un álbum que desde que salió a la venta en marzo de 1967, no ha perdido de ninguna manera ese espíritu de vanguardia. El debut homónimo de la Velvet Underground, el famoso disco del plátano, que más allá de lo musical también en su presentación, en su planteamiento estético, fue revolucionario; una de las creaciones más reconocidas de Andy Warhol. Obviamente “The Velvet Underground &amp; Nico” se lanzó en 1967, pero nunca formó parte del Verano del Amor, a pesar de que las actuaciones multimedia de The Velvet y Nico durante 1965 y 1966 indudablemente pusieron su grano de arena desde su muy peculiar y personal punto de vista al movimiento de crítica y rechazo de los moldes culturales establecidos. De hecho su propuesta fue si cabe más radical que la del hippismo, el movimiento por los derechos civiles, el pacifismo contra la guerra de Vietnam y la psicodelia, al menos desde el punto de vista de una concepción inconformista del arte. Tal vez por ello la historiografía del rock ha tratado siempre a este disco y a The Velvet Undeground y Nico como un fenómeno aparte. The Velvet Underground, o como se les llamó siempre en España, la Velvet, era parte de una subcultura que se desarrollaba en el Lower East Side de Manhattan, junto con The Fugs y The Holy Modal Rounders. Durante sus primeras etapas de desarrollo, Lou Reed, John Cale y Sterling Morrison comenzaron a aceptar ofertas para hacer bandas sonoras de películas clandestinas -Moe Tucker se uniría al grupo unos meses más tarde-, después de que el cineasta experimental Piero Heliczer les pidiera que tocaran en vivo mientras sus películas se proyectaban en la pantalla de un cine, al estilo de cómo las orquestas tocaban en las salas de proyección de los años 20 en los primeros tiempos del cinematógrafo. Esta asociación comenzó en la primavera de 1965, antes de que los “Happenings” se pusieran de moda; parte del material que tocaron los Velvet en esas proyecciones, incluidos “Venus In Furs” y “Heroin”, terminaría en su álbum debut. Andy Warhol había estado buscando un grupo para acompañar experimentos similares en cine, música y danza, llamado Exploding Plastic Inevitable. Involucró para ello a un grupo de 11 personas, incluidos la Velvet Underground, quienes, por sugerencia de Warhol, habían incorporado recientemente a su formación a una deslumbrante cantante conocida simplemente como Nico. Una actriz y modelo alemana, una suerte de sosías de la stoniana Anita Pallenberg que había aparecido en “La Dolce Vita” de Federico Fellini y que mientras residió en Londres, se asoció con Bob Dylan, quien le pasó su canción “I”ll Keep It With Mine” para un lanzamiento como single. El espectáculo multimedia Exploding Plastic Inevitable desarrolló su revolución en un club alquilado llamado The Dom en Manhattan, y luego llevó a todo el grupo a la costa oeste en mayo de 1965. Obligados a suspender los shows contratados para un mes en “The Trip” en el Sunset Strip de Los Ángeles por la prohibición de las autoridades de la ciudad, se quedaron allí y empezaron a escribir, componer, ensayar… y al mismo tiempo y toda vez que conformaron unas primeras maquetas, finalmente hicieron un trato con MGM Records, que lanzaría el álbum en su subsello Verve. El 12 de marzo de 1967, “The Velvet Underground &amp; Nico”, producido por Andy Warhol -como se presentó en el momento de su lanzamiento, aunque en lo musical y en lo técnico apenas intervino más que en algunos detalles- finalmente llegó a las tiendas y presentó lo que ahora se considera clásicos de Lou Reed, tales como “I”m Waiting For the Man”, “There She Goes Again” y “Sunday Morning”. Lou Reed también escribió todas las canciones que convertirían a Nico en una estrella –o si se quiere en una anti-estrella- incluidas “Femme Fatale”, “All Tomorrow”s Parties” y “I”ll Be Your Mirror”. El lanzamiento de “The Velvet Underground &amp; Nico” se retrasó un poco por mor de una máquina de impresión especial que tuvo que fabricarse para crear la funda original de Warhol, que presentaba una pegatina en forma de plátano que se despegaba para revelar la fruta fálica debajo. Y, sin embargo, las ventas originales del álbum quedaron muy por debajo de la consideración en la que ahora se encuentra, sobre si todo se compara con los experimentos posteriores que sí lograron un éxito comercial mucho mayor en sus portadas, como el “Sticky Fingers” de los Rolling Stones, “School´s Out” de Alice Cooper o “Thick As A Brick” de Jethro Tull. A nivel de sonido, realmente daba toda la impresión en su primera escucha de ser la grabación de un ensayo en un garaje, pero con una fuerza y una propulsión lo suficiente potente como para que la música se transformara adquiriendo una nueva dimensión en forma de exquisitas improvisaciones libérrimas y no sujetas a arquetipo alguno. Hasta ese momento, muy pocos álbumes habían presentado formatos similares; los Stones de “Aftermath”, Love y The Seeds fueron la excepción. La canción supuestamente más adaptable para la radio de la época, “There She Goes Again”, tenía una personalidad propia en la que es imposible no percibir todo el erotismo que la rodea. “Run, Run, Run” y “Heroin” son cortes cuyo ritmo y sonoridad justifican el motivo por el cual la Velvet son consideradas como una de las bandas proto-punk junto a MC5 y The Stooges, que plantaron las semillas para ese movimiento posterior. También hubo momentos elegantemente desperdiciados, como la voz principal de Nico en “All Tomorrows Parties”, quizá inevitable dentro del anárquico e iconoclasta estilo que este colectivo asumió como su seña de identidad más acusada. “Mientras que Exploding Plastic Inevitable tenía un buen electricista que sabía cómo manejar una caja de fusibles, un buen roadie, buenos proyeccionistas, buenos bailarines, buenos fotógrafos y fabulosos directores de arte” - escribió Victor Bockris en su libro “Up-Tight: The Velvet Underground Story”- “la Velvet Underground no tenía a nadie que realmente solo quisiera ser un buen manager para ellos, lo que probablemente fuera el factor principal para que todo su potencial llegase infinitamente más lejos”, concluía Bockris. Pero la escucha de este disco y el recuerdo de su historia hace que aunque a veces el tiempo sea injusto, nunca lo sea del todo. Por ello celebramos hoy el 50 aniversario de “The Velvet Underground &amp; Nico”.