En su blog, la compañía ha anunciado el acuerdo, que garantizará que "cada nueva generación de procesadores que se presente requerirá la última versión de la plataforma Windows"
Las versiones que precedieron a Windows 10 tuvieron graves problemas a la hora de entender el nuevo mundo de la informática, en el que los dispositivos móviles, los táctiles y los PC de sobremesa conviven.
La versión actual no solo funciona mucho mejor en cualquier escenario, sino que es la misma para cualquiera de ellos. Da igual si el fabricante trabaja en una tableta, un móvil, un portátil, un híbrido o un PC: puede llevar Windows 10.
Por eso Microsoft necesita que funcione en cualquier equipo y que las anteriores versiones vayan desapareciendo. En su blog, la compañía ha anunciado el acuerdo, que garantizará que "cada nueva generación de procesadores que se presente requerirá la última versión de la plataforma Windows en ese momento".
De esta forma, tal y como ha explicado Microsoft en su blog, las próximas generaciones de chips de Intel, Qualcomm, Nvidia y AMD tendrán que dar soporte a Windows 10. Esto también quiere decir que aquellos que quieran utilizar Windows 7 o Windows 8 no podrán hacerlo cuando lleguen estos nuevos procesadores.
