AESA, dependiente del Ministerio de Fomento, recomienda una serie de prácticas seguras para concienciar a la ciudadanía sobre el uso de drones
La popularización de los drones para uso recreativo, tanto en actos públicos como lúdicos ha llevado a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) a emitir un comunicado para recordar que el pilotaje de estos dispositivos precisa de una serie de requisitos de seguridad.
El comunicado de este organismo, dependiente del Ministerio de Fomento, recomienda una serie de prácticas seguras para el vuelo de drones con el objetivo de "concienciar a la ciudadanía" de que "no son juguetes, son aeronaves y hay que utilizarlos en espacios adecuados respetando las medidas de seguridad".
Reconoce que el uso de estas aeronaves pilotadas por control remoto es "cada vez más popular" entre los ciudadanos para actividades lúdicas o deportivas y recuerda que, aunque los requisitos para operar son diferentes a los del uso profesional, "también hay que cumplir una serie de requisitos de seguridad".
La legislación española sigue las directrices de la Unión Europea en esta materia, basadas en la necesidad de que sean tratados como nuevos tipos de aeronaves, integradas en el espacio aéreo y con un desarrollo tecnológico que cumpla estándares de seguridad.
Esta normativa establece que el uso de un dron como "vuelo recreativo" no necesita autorización de la AESA, aunque sí con diversas restricciones como la imposibilidad de volarlo en zonas urbanas, aglomeraciones o cerca de edificaciones, así como no superar los 120 metros de altura ni que desaparezca del rango de visión de su controlador.
Además, se restringe su empleo sólo a la luz del día y en espacios despejados de otro tipo de aeronaves como aeropuertos, aeródromos o helipuertos.
Finalmente, la AESA recuerda que el uso imprudente de un dron puede tener consecuencias económicas, cuyas multas rondan los 225.000 euros que abonaría el piloto.
Actualmente, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea está evaluando las alegaciones presentadas al Real Decreto que actualizará la norma y que, calcula, estará lista antes de 2016.
