Ángel Schlesser disfruta con la feminidad a su capricho

La cuarta jornada de la Madrid Fashion Week mostró propuestas llenas de elegancia y sobriedad

El diseñador Ángel Schlesser encara el próximo invierno con una colección en tonos neutros y pinceladas en granates, verdes y amarillo que le permiten jugar con la feminidad de la mujer a capricho.

En su entonada declaración de amor al minimalismo, Ángel Schlesser subió a la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid bonitas prendas de líneas rectas y evasé. "No sé si esta colección es muy diferente a las anteriores, creo que siempre me salen las mismas cosas", explicó el diseñador.

Y en cierto sentido no le falta razón, porque la mujer Schlesser mucha veces luce patrones limpios, depurados al máximo y rescatados de prendas militares y marineras, "además de la costura de André Courréges", un diseñador que le "inspira", cuenta el creador.

En contraste con el minimalismo de las formas, a lo largo del desfile se ven diferentes texturas que suman y enriquecen la propuesta.

Y la noche, lejos de ser predecible, se viste en blanco y negro. Cuando parece que todo está descubierto, surge la propuesta más acertada de la colección, un vestido en blanco y negro asimétrico, que para Schlesser es el nuevo esmoquin.

"Para mí, el esmoquin es toda aquella prenda que sirve de noche y está teñida en negro y blanco, es más la abstracción del concepto", puntualiza.

La paleta cromática, en tonos neutros, crudos, piedra, amarillo verde bosque y granate, está en perfecta sintonía con los patrones que exhalan el diferenciador sello Schlesser.



romanticismo de arzuaga

Por su parte, Amaya Arzuaga presentó una nueva colección "romántica, artesana y tecnológica", explicó la diseñadora, que se ha decantado por la superposición de piezas y la silueta midi.

El vestido guía el discurso de Arzuaga. Prenda que ha confeccionado en punto y en neopreno, un material que primero cortó con láser y después ha cosido a mano con la aguja bien enhebrada.

Antes, Ulises Mérida exploró los límites de vestido de noche, que en esta ocasión presenta con unos "leggins" de cuero negro, "para darles un punto canalla y roquero", dice el diseñador. Las formas evolucionan a partir de líneas arquitectónicas y geométricas". "Me apetecía trabajar sobre maniquí", desvela Ulises que apuesta por una amplia gama de verdes para cubrir la figura femenina.

En paralelo, Juanjo Oliva creó una serie de sinuosos vestidos con toques de alta costura, en blanco marfil, de largo hasta los pies y cuello a la caja, la carta de presentación de su aventura americana, que emprenderá a partir de septiembre en la Gran Manzana.

Con los pies afianzados en España, Devota&Lomba subió a la pasarela una colorista colección muy urbana con detalles artesanos, en la que tienen cabida prendas de entretiempo, como vistosas gabardinas verdes.

La cuarta jornada de la Madrid Fashion Week terminó con las propuestas de los diseñadores portugueses Anabela Baldaque, Julio Torcato y Miguel Vieira.

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