Después de un verano en el que ha pasado prácticamente desapercibida y en la que apenas hay documentos gráficos de sus vacaciones en Abu Dabi con el Rey Juan Carlos, en Bidart con su hermana Cristina y en Palma de Mallorca con la Reina Sofía, la Infanta Elena ha puesto el broche de oro a sus vacaciones disfrutando de una de las grandes pasiones del Emérito en uno de sus lugares favoritos, Sanxenxo.
Y es que la Duquesa de Lugo se ha desplazado a la localidad pontevedresa - última parada de Don Juan Carlos en agosto de 2020 antes de abandonar España e instalarse en Abu Dabi - para asistir a la segunda jornada de regatas del Xacobeo 6mR Europeans, que se celebra en el Real Club Náutico (RCNS), donde tantos veranos hemos visto al monarca disfrutando con amigos y de una de sus grandes pasiones, la vela.
Además de su amor por el mar y por las regatas, Doña Elena también ha `herederado` de su padre sus amistades, y en esta ocasión la hemos visto acompañada por el presidente del club náutico, Pedro Campos, patrón del `Bribón 500` con el que el Rey Juan Carlos ha participado en regatas en años anteriores y uno de los grandes apoyos del Emérito. Muy cercana, la Duquesa de Lugo se acercó al pantalán para animar a los regatistas y no dudó en embarcarse para ver de cerca la competición.
La hermana de Felipe VI recibió como regalo la sudadera oficial del Xacobeo 6mR Europeans y no dudó en ponérsela para posar ante los fotógrafos con la mejor de sus sonrisas, en una actitud relajada que demuestra lo a gusto que se siente en uno de los lugares donde más feliz ha sido Don Juan Carlos en los últimos años.