Los NFT: memes y cromos vendidos a precio de oro

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photo_camera Zoë Roth, la niña de este conocido meme, lo vendió como un NFT por 500.000 dólares.
El Nyan Cat ha sido subastado por casi 600.000 dólares.

Una niña observa cómo una casa arde, sonriendo sospechosamente a cámara. Es una de las tantas imágenes que se convirtieron en pasto del humor online a lo largo de la historia de Internet. Quizá también reconozcas al Nyan Cat; aquel gato mitad felino, mitad tarta, que cantaba una pegajosa melodía flotando en el espacio sideral y que este pasado abril cumplió diez años.

Nyan-Cat

Pues bien, los memes de Internet están volviendo a demostrar que son algo más que contenidos irrelevantes. De hecho, se están vendiendo por cientos de miles de dólares. El Nyan Cat, concretamente, ha sido subastado por casi 600.000 dólares. ¿Y cómo es esto posible? La respuesta está en el mercado de los NFT, las siglas de Non-Fungible Token.

Los NFT funcionan del mismo modo que las criptomonedas, a través de redes de blockchain. Esto los protege de falsificaciones y además ayuda a identificar a sus propietarios.

Exponiéndolo de una manera sencilla, un NFT es una especie de certificado de propiedad. Nada impide que se hagan copias del Nyan Cat, pero su propiedad será solo de quien lo haya adquirido. Aunque muchas veces los creadores retengan los derechos de autor.

Establezcamos un paralelismo con una obra de arte próxima a nosotros. Podríamos tratar de replicar con exactitud un cuadro de Xaime Quessada de tal modo que la diferencia fuera insignificante, pero seguiría sin ser un Quessada. Algo similar sucede con los NFT, a pesar de que quien adquiere un NFT no recibe algo tangible como pudiera ser un cuadro o un cromo.

Zoë Roth, la niña de esta famosa imagen, rentabilizó su encumbramiento a la fama anónima de Internet. La fotografía la había sacado su padre en 2005, cuando una brigada de bomberos estaba llevando a cabo un entrenamiento en su calle. Se acercaron a mirar. Lo que no sospechaban en ese momento es que la foto fuera a dar la vuelta al mundo. Ahora Roth, quien tiene 21 años, la vendió como NFT por medio millón de dólares.

Más allá de los memes, la NBA ha sacado una colección de NFT consistentes en arte digital y vídeos de jugadas. Una jugada de LeBron James llegó a alcanzar el astronómico precio de 200.000 dólares, y se estima que la incursión en este mercado ha generado para la NBA la locura de 230 millones de dólares. Por otra parte, la artista Grimmes vendió su colección de criptoarte por 6 millones de dólares.

Otro de los NFT más valiosos subastados en medio de esta fiebre fue el primer tweet de Twitter, escrito por su fundador, Jack Dorsey. Se vendió por 2,9 millones de dólares, que Dorsey donará a los afectados por el coronavirus en el continente africano.

Una burbuja poco amigable con el medio ambiente: mismas críticas que a las criptomonedas

Del mismo modo que las criptomonedas, los NFT son blanco de críticas. Lo desorbitado de los precios que están alcanzando algunos de estos activos disparan todas las alarmas; podría tratarse de una burbuja, y de hecho ya se han comprobado casos de especulación. Muchos escépticos señalan que la escalada de las cifras puede estar inflando exageradamente un mercado que estallaría de un momento a otro.

Los NFT no solo están vistos con recelo en el campo económico. Igual que las criptodivisas como el Bitcoin o el Ethereum, los NFT son señalados por consumir ingentes cantidades de recursos energéticos. Este elevado consumo proviene del esfuerzo que deben hacer los ordenadores integrados en las redes de blockchain. El gasto eléctrico conjunto del mercado de NFT podría alcanzar al año 520 megavatios.

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