El Sonorama muele el grano del futuro musical del país

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photo_camera El cantante del grupo Kitai, Alexander Kuz, anima al público asistente a la segunda jornada del Sonorama Ribera. (SANTAMARÍA)

Germinar es la práctica de hacer brotar las semillas de una planta para comerlas crudas o cocidas. Eso es lo que hace, musicalmente hablando, el Sonorama, que con su apoyo a bandas emergentes -especialmente, en la plaza del Trigo- muele el grano del futuro musical del país.

Germinar es la práctica de hacer brotar las semillas de una planta para comerlas crudas o cocidas. Eso es lo que hace, musicalmente hablando, el Sonorama, que con su apoyo a bandas emergentes -especialmente, en la plaza del Trigo- muele el grano del futuro musical del país.

Por allí pasaron hace años unos poco conocidos Vetusta Morla o Izal, que recibieron el espaldarazo definitivo a sus carreras y que hoy les permite ser cabezas de cártel en los grandes festivales.

"Tenemos un compromiso inalterable con las bandas emergentes", ha declarado hoy a Efe el director del Sonorama, Javier Ajenjo, quien opina que uno de los secretos de este festival es la atención que dedican a todas las bandas, tanto las consolidadas como las que empiezan a dar sus primeros pasos.

Anoche mismo se pudo ver esta filosofía. Gabriel de la Rosa, vocalista del emergente grupo Shinova se subió al escenario con el Dúo Dinámico a interpretar "Quisiera ser". Todo un regalo cantar ante 14.000 personas para alguien que empieza en esto y que el próximo 16 de septiembre saca su primer disco con su banda, que, bajo el titulo de "Volver", huele a gran álbum.

El Sonorama, además de sus conciertos nocturnos en un polígono industrial de Aranda de Duero con grupos consolidados de ámbito nacional e internacional, tiene toda una programación gratuita durante el día por las calles y plazas de la localidad, donde las bandas más noveles van dando sus primeros pasos ante públicos más numerosos.

La plaza del Trigo es la referencia y el deseo de todos ellos. Hoy ha sido el turno para firmes promesas del indie patrio, como The Trunks o The Great Barrier, así como para unos chicos que no pueden pasar desapercibidos, Kitai, que han dado una auténtica descarga entre la mezcla de su sonido eléctrico y el agua que miembros de Protección Civil han rociado sobre una abarrotada plaza.

Transgresores, descamisados y cardíacos, han logrado arrancar del público el grito que toda banda emergente espera escuchar al finalizar su actuación: "¡Escenario principal!". Puro espectáculo que ha tenido su momento culmen cuando el vocalista, Alexander, se ha lanzado sobre la marea humana, que le ha llevado en volandas hasta el otro extremo de la plaza.

En declaraciones a Efe, Alexander ha recordado que hace dos años tocaron en la plaza de la Sal en un escenario más modesto, por lo que hoy no podían dejar pasar la oportunidad de que la plaza del Trigo sea para Kitai su punto de inflexión.

Unos que no les hace falta para nada tocar allí son Love of Lesbian, que de hecho actúan esta noche en el escenario principal ante unas 20.000 personas, según cálculos de la organización. Pero, de forma sorpresiva, lo han hecho.

Y no con su nombre, sino con el de Los Niños Imantados, una broma que han querido gastar al público al salir caracterizados como The Cure y versionar un par de temas de la banda británica.

Mañana, en esa misma plaza, debutarán Amatria, Modelo de Respuesta Polar y los ya mencionados Shinova.

Habrá que esperar algo más para que el gran público pueda dar cuenta de la calidad de la cosecha de este año.

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