Así fue el rescate del pescador atrapado por la crecida del río en Manzaneda

El pescador, esperando la bajada del caudal para cruzar la presa junto el río Bibei.
photo_camera El pescador, esperando la bajada del caudal para cruzar la presa junto el río Bibei.

Ya son tres los pescadores atrapados a causa de los desembalses. El aumento del caudal los sorprendió en Manzaneda y Carballedo (Lugo) 

La subida del caudal por la apertura de las presas sorprendió a tres pescadores el pasado martes, uno en la provincia de Ourense por la crecida del Bibei y dos en Carballedo (Lugo) por la del Búbal, sin consecuencias en ningún caso. Con el precio de la luz en mínimos y los embalses llenos, la tarde de pesca del 23 de abril resultó menos apacible de lo esperado para un pescador en el municipio de Manzaneda, quien terminó pasando la noche a orillas del río. En la mañana del miércoles, el 112 Galicia recibió la llamada del afectado, quien reconoció que llevaba toda la noche atrapado en la zona.

Después de una noche marcada por la incertidumbre, el hombre, natural de Barakaldo, solicitó finalmente ayuda, asegurando que estaba ileso. Se encontraba aislado en las proximidades del río Bibei, en la parroquia de Cesuris, incapaz de salir debido a la crecida repentina del caudal.

El rescate

Inmediatamente, se activaron los protocolos de rescate, y desde el 112 daban aviso al GES de Castro Caldelas, la Guardia Civil de Ourense y la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Manzaneda y Larouco. En el lugar intervinieron voluntarios de Protección Civil de Larouco y Manzaneda, la Guardia Civil de A Rúa y Seprona de A Pobra de Trives, quienes se desplazaron hasta el área recreativa de Larouco, punto donde se encontraba el pescador. Este había cruzado una pequeña presa hacia la otra orilla, sin poder retornar desde la tarde anterior.

La noche fue larga para el pescador, quien al intentar regresar se encontró con que el nivel del río había aumentado debido a la apertura de una de las presas aguas arriba. Con el agua alcanzando una altura de 80-90 centímetros por encima de la presa, según miembros de Protección Civil de Larouco, su retorno era imposible.

El desconcierto rodeaba al hecho de que el pescador no había dado aviso hasta la mañana siguiente. Sin embargo, miembros de las distintas entidades colaboradoras en el rescate tomaron las medidas necesarias para reducir el caudal del río y permitir el rescate. Tras cerrar las compuertas se conseguía bajar el nivel del agua, permitiendo que el hombre cruzara por su propio pie hacia el otro lado del río junto a los miembros de la Guardia Civil.

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