Uno de los bares más emblemáticos de Terras de Trives pone fin a una entrañable historia que arrancaba en febrero de 1993, cuando cuatro socios abrían el Café Bar Sky, quedando tres de ellos a los pocos meses para continuar con esta aventura.
Julio Romero, Victoriano Caneda y Moncho Diz vivieron aquellos inicios de la actividad hostelera en el Café Bar Sky viendo como numerosas pandillas hacían de este su bar de cabecera, clientela que ha seguido fiel año tras año. Aproximadamente quince años después de su apertura, Moncho Diz dejaba el bar quedando Julio y Victoriano al frente, siendo más que socios, como hermanos. En esa “familia del Sky” también fue importante la figura de Isabel González, mujer de Victoriano, quien en su pequeña cocina elaboraba desde primera hora de la mañana los pinchos y tapas del local.
Casi tres décadas pasaron desde entonces y su solera, buen hacer y tradición le convirtieron en un local de referencia dentro de la propia historia de la villa trivesa. Prueba de ello eran el numeroso grupo de vecinos, clientes y amigos se acercaban este viernes a la noche, en procesión y portando divertidas pancartas, hasta el bar para darle el mayor homenaje y las gracias por estos años a su gerencia, quienes emocionados no contenían las lágrimas ante esta despedida.
Victoriano Caneda recordaba cómo fueron los comienzos e incluso cuál fuera su primera camarera en el bar. “Moito traballamos aquí dentro en todos estes anos, moito houbo que facer ao principio, pero é un gusto ver esto. Mira, esta é a primeira camareira que contratamos”, dice agarrándose a Conchi Álvarez, quien no se quiso perder el momento y estaba el viernes reviviendo su paso por el Sky. “Foron momentos moi bonitos, un tempo do que gardo moi bos recordos”, recuerda la camarera con una sonrisa en la cara. “En lugar de xefes fixen unha familia”, dice Alba Rodríguez, camarera actual del bar. Julio Romero, emocionado, agradecía a los clientes y amigos la sorpresa. “Isto é moito, non desconfiei nada en ningún momento. Da pena cerrar este ciclo, cóllese moito cariño á xente. É de agradecer”, dice mientras recuerda cómo empezaron. “Os montaditos de lomo eran todo un éxito, cantos se fixeron, e desde aí seguimos ampliando ata acadar un gran número de pinchos hoxe”, dice Romero señalando para una amplia mesa con bandejas variadas.
“Recordo tamén a época de vender litronas de cubatas, tempos nos que o Pampero con laranxa saía ata en cubos de litros”, dice Richi, como todo el pueblo conoce a Romero. “Agora a xente decántase polos mojitos”, precisa.
