El misterioso encanto de tierra sacra

El territorio de Castro Caldelas es muy conocido tanto por sus paisajes naturales y sus espectaculares viñedos como por su amplio patrimonio cultural, pero sigue escondiendo rincones mágicos menos explorados y que suponen una sorpresa para el visitante

Terras de Caldelas se sitúa en pleno corazón de la Ribeira Sacra, enclavado en un territorio cuajado de lugares con encanto. El otoño cobra especial importancia en el concello caldelao en donde las tonalidades de amarillos pálidos y dorados mezclados con rojos y anaranjados, sumado a su amplia gama de ocres, regalan al visitante insólitas estampas en sus bosques y viñedos. 

Si es cierto que esta estación da una luz especial a los paisajes de las numerosas rutas naturales que ofrece Caldelas, igualmente los que este es un concello en donde el patrimonio cultural aparece ante nosotros a cada paso, prueba de ello es que estamos en un municipio creado en torno a la majestuosidad de su castillo y de su santuario de Los Remedios -contaba con dos monasterios, hoy en día en estado ruinoso-.

Os Fachós, con su ‘lume purificador’, en enero, o la celebración de su patrona, la Virgen de los Remedios, en septiembre, acompañada por el tradicional Irrio, son fechas señaladas en Castro Caldelas a las que acuden cientos de vecinos y visitantes. 

Su recién creada ruta de murales por la villa incrementan su atractivo turístico, todo sumado a la importancia ganadera, así como a la riqueza enogastronómica en vinos y carnes del territorio.

Monasterio de San Paio de Abeleda: edificado a finales del siglo XII, según datan algunos autores, aunque otros fechan a su iglesia en el siglo X, actualmente se encuentra en estado ruinoso, pero sigue formando un interesante conjunto románico dentro de la Ribeira Sacra. Después de la desamortización de Mendizábal, en el siglo XIX, fue abandonado hasta que lo adquirió la casa de Alba, aproximadamente en el año 1872. La iglesia es de planta de cruz latina y cabecera rectangular. Actualmente, se conserva la portada de acceso, con un arco ligeramente apuntado, y en el atrio destaca el antiguo cementerio. Del interior destacan sus capiteles con diferentes decoraciones y policromías vegetales, siendo conocidos dos de ellos entre los vecinos por ‘el hambre’ y ‘la sed’. De su claustro ya nada se conserva, pero sí la portada que ennoblece el acceso a este.

En el entorno del monasterio todavía se conserva el edificio que en su tiempo fue destinado como cárcel. La fundación del monasterio se mantuvo independiente de las grandes órdenes monásticas de los alrededores, hasta que los Condes de Lemos se hicieron sus dueños en el siglo XVI. Se apunta que pudo ser un monasterio incluso dúplice; es decir, de hombres y mujeres. Existe un reconocido movimiento local para recuperar el singular monumento revitalizando su contorno.

Fervenza do Edo: en esta localización, los visitantes encuentran uno de los paisajes más espectaculares de la Ribeira Sacra, en donde la naturaleza es la única y auténtica protagonista, con la perfecta combinación del agua corriendo y esquivando las musgosas piedras. Este caer del agua haciendo pequeñas cascadas, regala al caminante una sinfonía en el curso del río Edo por el estrecho valle a los pies de Castro Caldelas. Por este punto transcurren diversas rutas de senderismo del concello caldelao, que permiten disfrutar de un paisaje de leyenda, con vegetación autóctona, molinos y cascadas.

- Mirador Pena do Xabrego: este mirador natural pertenece a Vilarellos, parroquia de Tronceda, aldeas que mantienen sus construcciones tradicionales encajadas en el paisaje. Pena do Xabrego deja ante la mirada del hombre los serpenteantes Cañones del Sil, en donde los ‘meandros da Cubela’ parecen formar piscinas naturales. Si se continúa la senda, esta nos llevará hasta una cueva escondida en un enclave entre pinares, con un acceso hoy limpio y señalizado, del que fue uno de los maquis más destacados, Mario de Langullo.

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