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La UVigo participa en un estudio sobre inmigración

Coral del Río, Amaia Palencia y la profesora Olga Alonso.
photo_camera Coral del Río, Amaia Palencia y la profesora Olga Alonso.
El 50% de las extranjeras tendrían que cambiar de trabajo para equilibrarse al mercado laboral

El 50% de las mujeres de nacionalidad extranjera tendrían que cambiar de trabajo para equilibrarse en todas las ocupaciones del mercado laboral. Esta es la principal conclusión que se desprende del proyecto de Plan Nacional de I+D+i, lanzado en 2016 con el objetivo de comprender los orígenes e identificar las consecuencias de la desigualdad y la exclusión social y en el que participaron los investigadores de la UVigoCoral del Río, Olga Alonso, Carlos Gradín y Amaia Palencia, del grupo Ecosot, junto con especialistas de las universidades de Alcalá, Autónoma de Barcelona, Complutense de Madrid y Rey Juan Carlos. Tras tres años de estudio se han publicado los resultados de las diferentes líneas de investigación. Los profesores de UVigo, parte de la agrupación estratégica Ecobas, se centraron en evaluar la situación de las personas LGBT en el mercado laboral de los Estados Unidos, así como a realizar un análisis comparativo en Europa de la segregación ocupacional de la población inmigrante y nativa y a desarrollar un nuevo concepto, la pérdida de bienestar que experimenta la sociedad debido a la segregación, ofreciendo índices que permiten su cuantificación.

Las conclusiones señalan que, si bien una de cada dos mujeres extranjeras necesitarían un cambio laboral, la cifra asciende a un tercio en el caso de los hombres. "Según nuestras estimaciones, y según la información disponible en las encuestas oficiales del mercado laboral -que es una estimación conservadora-, el salario promedio de las mujeres extranjeras era un 25% más bajo que la economía en general, y un 80% de esa diferencia la explicaría la alta concentración de su empleo en ocupaciones de bajos salarios, principalmente empleo doméstico", explica Coral del Río. En cuanto a los hombres, presentan una situación algo mejor, "pero igualmente grave, cuando tienen un salario promedio de 17% por debajo del promedio, y su segregación ocupacional es responsable de casi el 70% de esa diferencia".

Otro de los ámbitos del estudio se centró en un estudio comparativo de la situación de la población inmigrante en diferentes países europeos. Los resultados muestran que la población inmigrante está menos segregada en el Reino Unido, Holanda, Irlanda y Suiza, mientras que Italia, Grecia, Chipre y Hungría tienen los niveles más altos de segregación. De hecho, los países del sur, incluida España, muestran "un patrón particular de empleo", de modo que los hogares emplean a un gran número de mujeres inmigrantes y crean un régimen de atención que se ha denominado en la literatura, 'un inmigrante familiar'. "que prácticamente no existe en el resto de los países europeos", explica Amaia Palencia.

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