El Concello declarará tres día de luto y la Federación de Fútbol suspendió el partido del CD Barco

El accidente conmocionó a los barquenses, que suspendieron las ‘Festas de Santa Rita’

Las banderas colocadas ante la Casa Consistorial de O Barco ondearán a media asta durante los próximos tres días.
La muerte de los dos jóvenes impactó enormemente en un pueblo que estaba en plena celebración de las ‘Festas de Santa Rita’. En solidaridad con las familia, la comisión organizadora suspendía los festejos. La Corporación municipal se reúne hoy para decretar tres días de luto.
Cuando los problemas de los barquenses parecían limitarse a la repercusión de la lluvia en las ‘Festas de Santa Rita’, la muerte de los dos jóvenes dejó consternada a la población. Uno de los primeros vecinos que conoció el suceso fue ‘Nilo’ Ramos, presidente del CD Barco, club en cuya categoría juvenil jugaba Iván Sierra y al que perteneció Saúl Calleja hasta hace un año. ‘Iván aún jugó un partido el viernes’, comentó apesadumbrado. Pero si su relación con el joven futbolista era estrecha, con el otro fallecido aún era mayor. ‘Saúl era mi vecino. Nos conocemos desde pequeños’, comentó.

Los llamamientos realizados durante los últimos días a la afición para que acudiese al estadio Calabagueiros con objeto de intentar evitar el descenso del CD Barco, que se jugará sus últimas posibilidades de mantener la categoría en su partido con el Ponte Ourense, fueron retirados ayer. A media tarde, el club y la Federación Gallega de Fútbol acordaron suspender el partido en señal de solidaridad con las familias de los fallecidos.

La comisión organizadora también se quiso sumar a las muestras de condolencia y a las 21.00 horas acordaba la suspensión de las fiestas. Lo anunció uno de sus miembros, Raúl Rodríguez, quien nada más tomada la decisión la transmitía a los feriantes. ‘Se les devolverá el dinero’, apuntó. Pero no todos los propietarios de los puestos aceptaron de buen grado la decisión. ‘Estamos discutiendo, pero nós o decidimos e é o que hai’, añadió.

El Concello no podía quedar al margen de un acontecimiento que conmocionó a sus vecinos. El propio alcalde, Alfredo García, contactaba con los portavoces de la oposición, Moisés Blanco e Isabel Gacio, durante la tarde. De estas entrevistas salía la convocatoria de un pleno extraordinario y urgente, que se desarrollará a las 13.30 horas de hoy. Salvo imprevistos de última hora, en esta reunión se decretarán tres días de luto oficial.

Alfredo García intentaba asumir que un perro fuese la causa de la muerte de los dos jóvenes. Nada más conocer la noticia indicaba que ‘hay que organizar lo que vamos a hacer. Mañana se tomará la decisión, posiblemente de decretar varios días de luto’. Luego vinieron los encuentros con los concejales de las demás formaciones políticas y la convocatoria del pleno de la Corporación local.

Una villa consternada

El fallecimiento de los dos jóvenes corrió como un reguero de pólvora por la villa barquense. En las calles, dentro de los bares, en el recinto festivo. En todos los lugares de la villa sólo hubo un único comentario, referido al mortal suceso. Todo lo demás pasó a un segundo plano, fue difuminado por una cruda realidad que golpeó duramente a cuatro familias muy conocidas en la localidad barquense.

Por la tarde, los familiares de los fallecidos comenzaron a recibir las muestras de solidaridad de sus amigos y vecinos. Incluso los de los dos heridos debían tranquilizar a sus allegados de que las lesiones eran de carácter leve. ‘Me dijeron que uno de los heridos está grave’, comentaba un joven. Acababa de estacionar su coche en la Praza do Concello y se encaminaba a comprobar si habían colocado alguna esquela con la hora del entierro en el panel de anuncios donde se suelen instalar habitualmente.

PRECEDENTE

Hace 20 días murieron tres jugadoras de Lugo El último accidente de tráfico mortal que vistió de luto al deporte fue el registrado el pasado 3 de mayo cerca del aeropuerto de Lavacolla. El siniestro se cobró la vida de dos jóvenes de Lugo, de 16 y 17 años, pertenecientes al equipo femenino del Club Voleibol Zalaeta de Lugo.

Las dos jóvenes regresaban de jugar un partido en las Islas Canarias y tras bajarse del avión en el citado aeropuerto y subirse a un autobús para regresar a casa. En el vehículo viajan 17 personas; las 12 jugadoras, todas de entre 16 y 18 años, además de dos entrenadores, un fisoterapeuta y directivos del club. El autobús volcó, posiblemente por un exceso de velocidad, a escasa distancia del aeropuerto, en un tramo de carretera que está limitado a 50 kilómetros a la hora.

A causa del impacto del vehículo contra el suelo, las dos jóvenes salieron despedidas y fallecieron prácticamente en el acto. Otras dos resultaron heridas graves y una de ellas fallecía días después en un hospital santiagués. En el siniestro, otras cinco personas resultaron heridas de consideración. El club había alquilado el autobús a una empresa para trasladar sin demoras al equipo a sus respectivos domicilios.

Las carreteras ourensanas se cobraron la vida de siete personas en lo que va de año

Un total de 37 personas perdieron la vida durante el año 2008 en las carreteras de la provincia, cuatro más que el año anterior. En lo que va de año, fallecieron un total de siete personas (incluidas las de ayer), una más que en el 2008. El pasado mes de marzo fue el más ‘negro’ con tres accidente mortales en los que perdieron la vida cuatro personas, dos de ellas jóvenes de 20 años, con domicilio en Verín y en Laza.

Ambos viajaban en el mismo vehículo, un BMW, que tras salirse de la carretera que enlaza Verín y Laza colisionó contra un terraplén y, posteriormente, contra un árbol, provocando la muerte de los dos jóvenes prác ticamente en el acto.

El siniestro conmocionó a la comarca de Monterrei y se produjo, precisamente, cuatro meses después de que otros dos jóvenes de Celanova, a finales del año pasado, perdieran la vida en la carretera OU-540, a su paso por Ulfe (Cartelle). En el vehículo, que quedó convertido en un amasijo de hierros, viajaban otros dos jóvenes que resultaron heridos. Los dos fallecidos se desplazaban a divertirse a Ourense tras ver un partido de fútbol en Celanova.

Los dos siniestros obligaron al a Guardia Civil de Tráfico a incrementar la vigilancia en las carreteras que conducen a zonas de diversión nocturna.




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