Ángel, un vecino de A Rúa, fue acuchillado ayer en su propio portal, poco más tarde de las doce de la noche. Vive en una casa con jardín en la calle Silveira, tras el que hay una vía peatonal con unos bancos. Allí estaban sentados -lo hacen a menudo- varios jóvenes, de entre 17 y 19 años. Su novia, que ya residía antes allí, relató los hechos: “Normalmente, dejo al perro suelto en el campo. Los chicos, ya antes de tener esta pareja, me preguntaban mucho por el animal. Ayer, comenzaron a colgarse del muro de mi casa y Ángel les dijo que bajasen”, explica.
Al momento, el hombre tuvo miedo de que le pinchasen las ruedas del coche, por lo que bajó a meterlo en el garaje. Al llegar de nuevo a su portal, los jóvenes estaban allí esperándole. “Te vamos a dar una paliza y te vamos a matar”, le dijeron, según los testigos. Uno de ellos comenzó a grabar con su móvil y otro, el más corpulento, golpeó en la cabeza a Ángel con un palo. Acto seguido, otro joven trató de clavarle un cuchillo. Él levantó el brazo y le perforó desde el hombro hasta el codo. “Mientras, se reía y afirmaba que no le iba a pasar nada porque era menor de edad”, indicó su novia.
El herido, de 35 años, fue trasladado al CHUO y lo operaron de urgencia. Todavía no sabe si contará con buena movilidad en el brazo. Una patrulla de la Guardia Civil acudió a investigar el suceso.
Por otra parte, su pareja afirma que vive con miedo: “Los tienen identificados porque son muy reincidentes pero no los detuvieron. Temo que envenenen a mi perro o que vengan a mi peluquería y me pinchen a mí con un cuchillo”, señala. “¿Vamos a esperar a que alguien muera?”, se pregunta.
Ayer, tanto ella, como otros cinco testigos pasaron por la Guardia Civil de O Barco para declarar. Mientras, Ángel continúa en el hospital tratando de recuperarse.
