La acumulación de agua y gasoil en el garaje de un edificio en construcción, situado entre las calles Doctor Pérez Lista y Álvaro Cunqueiro, preocupa a los vecinos. Al fuerte mal olor que desprende se le suma la posibilidad de que la mezcla se derrame fuera.
El Concello detectó el problema durante el invierno, aunque los vecinos no acusaron el fuerte olor a gasoil hasta la llegada de los calores del verano, según comentaron ayer fuentes vecinales.
Los técnicos atribuyen la acumulación de agua a las filtraciones provocadas por la lluvia, procediendo el gasoil de una fuga detectada en el depósito de la calefacción de un edificio próximo. Aunque la avería fue reparada hace meses, si la mezcla no es retirada, el agua seguirá acumulándose durante el invierno.
El vaciado del garaje no es sencillo, pues el gasoil mezclado con el agua impide bombear la mezcla al alcantarillado y obligan a separar el combustible para evitar la contaminación. 'Hay que observar un tratamiento especial', explicó ayer el alcalde, Alfredo García Rodríguez, quien añadió que los técnicos buscan el método adecuado.
Estas labores excepcionales encarecen considerablemente el vaciado del garaje, por lo que la aseguradora del edificio que vertió el gasoil se niega a asumir todo el coste. Pero la empresa que construía la obra donde se acumularon agua y gasoil, paralizada desde 2009, entró en concurso de acreedores, lo que obliga al Concello a acudir al Juzgado para que algún propietario ayude en la financiación.
Los técnicos atribuyen la acumulación de agua a las filtraciones provocadas por la lluvia, procediendo el gasoil de una fuga detectada en el depósito de la calefacción de un edificio próximo. Aunque la avería fue reparada hace meses, si la mezcla no es retirada, el agua seguirá acumulándose durante el invierno.
El vaciado del garaje no es sencillo, pues el gasoil mezclado con el agua impide bombear la mezcla al alcantarillado y obligan a separar el combustible para evitar la contaminación. 'Hay que observar un tratamiento especial', explicó ayer el alcalde, Alfredo García Rodríguez, quien añadió que los técnicos buscan el método adecuado.
Estas labores excepcionales encarecen considerablemente el vaciado del garaje, por lo que la aseguradora del edificio que vertió el gasoil se niega a asumir todo el coste. Pero la empresa que construía la obra donde se acumularon agua y gasoil, paralizada desde 2009, entró en concurso de acreedores, lo que obliga al Concello a acudir al Juzgado para que algún propietario ayude en la financiación.
