Agricultura probará la lucha biológica contra la avispilla

Hará un plan experimental para comprobar su efectividad contra la plaga que amenaza los castaños 

La plaga de la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphillus) será combatida con otro insecto, el Torymus sinensis. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) anunció la elaboración de un plan de lucha biológica que contempla la "liberación experimental" del depredador. El programa fue presentado este martes a la Red Estatal del Castaño, que forman los empresarios del sector.

La suelta del Torymus sinensis y su posterior seguimiento e investigación será realizada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Este organismo contará con la colaboración del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), de Churriana (Málaga), y la Estación Fitopatológica de Areeiro, en Pontevedra, según explicó el Magrama.

Las primeras sueltas experimentales del Torymus fueron programadas para la primavera de 2016 y se realizarán en las zonas más afectadas de las comunidades autónomas de Galicia y Andalucía. En la provincia ourensana, los concellos más castigados por la avispilla del castaño son Maceda, Bande, Celanova y Xinzo, aunque aún se ignora si alguno de ellos había sido incluido en el plan de liberaciones.

Estas sueltas, realizadas con carácter experimental, permitirán determinar si contribuyen a reducir el impacto de la avispilla y también obtener los datos científicos que van permitir determinar si son posibles las sueltas a gran escala del insecto depredador. Los técnicos confían en evitar cualquier riesgo para las especies nativas de avispillas. En este sentido, el Magrama advierte de que la utilización del Torymus sinensis, que considera especie exótica, "debe realizarse bajo el principio de precaución y con las investigaciones necesarias para conocer su efecto ambiental sobre la biodiversidad nativa".

La avispilla del castaño provoca la aparición de agallas en los castaños, causando pérdidas en la producción del fruto, el debilitamiento del árbol y un incremento del riesgo de contraer otras enfermedades. Esta plaga también causa de graves daños en el ecosistema.

Los sotos de castaña están incluidos en la Directiva Hábitats, lo cual justifica su importancia ecológica. En España, ocupan casi 300.000 hectáreas, muchas de ellas en la Red Natura 2000.

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