El agua del grifo de A Rúa ya es potable

Depósito donde se averió el sistema de cloración.
photo_camera Depósito donde se originó la alerta.

El Concello de A Rúa levanta las restricciones del consumo de agua tras dar negativo en retrovirus las últimas analíticas

El concello de A Rúa anuncia este viernes el fin de las restricciones al consumo del agua de la traída, después de tres semanas de prohibición tras producirse varios casos de gastroenteritis en el municipio.

Los vecinos de A Rúa ya pueden utilizar con normalidad de la traída. Lo anunció este viernes la alcaldesa, María González Albert, y minutos después lo confirmaba un bando municipal anunciando el levantamiento de las restricciones que durante tres semanas pesaron sobre el consumo en buena parte del Concello, referidas a usar ese agua como bebida, en la higiene bucal o en la preparación de alimentos.

Los análisis realizados a principios de semana reflejaron que las captaciones, los depósitos, la red y el agua que sale de los grifos están libres de la presencia de rotavirus. Estos resultados llevaron al Concello a retirar las restricciones nada más recibir el visto bueno de la Jefatura Territorial de Sanidade. La alcaldesa, María González Albert, resaltó el apoyo recibido del citado organismo y también de la Dirección Xeral de Saúde Pública.

Las restricciones fueron establecidas tras la detección de medio centenar de casos de gastroenteritis y detectar la presencia de bacterias y rotavirus en la traída. Las primeras desaparecieron con el arreglo del clorador, pero no los citados rotavirus, que obligaron a hiperclorar la red, afectando a una población que supera los 3.000 habitantes. Paralelamente, el Concello puso a disposición de estos vecinos dos fuentes de agua potable.

La alcaldesa también apuntó que los análisis que la presencia de rotavirus fue detectada “de forma excepcional”, pues las “intensas” análiticas que se suelen realizar de las traídas no suelen incluir este parámetro. En el caso rues, los positivos de varios enfermos de gastroenteritis condujeron a su detección.

Una vez resuelto el problema de la contaminación de la traída surge un nuevo inconveniente, que viene dado por la cantidad de agua. Así, el Concello recuerda que hace una semana era cerrada una de las captaciones, reduciendo las reservas disponibles. El bando municipal insiste en “que é importante limitar os usos aos estritamente necesarios, o que require da colaboración de toda a veciñanza para racionalizar o seu uso”. También alude a la prohibición de usar el agua de la traída durante el verano en actividades como el lavado de vehículos, riego de jardines y huertas, o llenado de piscinas y depósitos de agua para el riego, entre otros usos.

La alcaldesa María González Albert y el concejal José Vicente Solarat apuntaron que la captación de Santoalla que abastece de agua a A Rúa habitualmente no tiene ningún problema, pero sí la de San Fiz, habilitada hace casi una década para los meses de escasez de líquido. Esta ofrece un color verde, provocado por cianobacterias, lo que llevó a los responsables municipales a descartar su uso, a pesar de que los técnicos aseguran que puede ser utilizada si es clorada.

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