Un día después de la prohibición, el Concello de Viana do Bolo daba luz verde al uso del agua de la traída para beber o cocinar. Atrás quedaron 24 horas en las que los vecinos no pudieron hacer uso de los grifos debido a la turbidez provocada por la rotura de la tubería de una balsa de lodos del Centro Minero de Penouta, avería que llenó de suciedad la captación del abastecimiento de la villa.
A las 11,30 horas del jueves, un bando de la Alcaldía anunciaba que el problema de la traída había sido resuelto y que, por tanto, "o consumo de auga volve a estar permitido". Este mismo anuncio apuntó que las análiticas que realizó la concesionaria del abastecimiento domiciliario de agua, Viaqua, volvían a "uns niveis de turbidez, xa dentro dos límites establecidos no Real Decreto Lei 140/2003, de calidade das augas".
La empresa finalizó la limpieza de la red a las 10,30 horas, después de trabajar toda la noche y cuando las tuberías quedaron purgadas, según apuntó el alcalde, Abelardo Carballo Alonso.
La rotura de la tubería de una balsa de lodos llevó al Concello a poner los hechos en conocimiento de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil y del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil. Nada más apreciar la turbidez, la empresa minera procedía a la reparación de la avería, en tanto que desde las dependencias municipales se difundía un bando prohibiendo su consumo como bebida o para cocinar aunque permitía emplearla en el aseo personal.