Las inclemencias meteorológicas de los últimos días no favorecen la presencia de visitantes en los jardines de la Casa Grande de Viloira, en O Barco de Valdeorras. Pese a ello, en cuanto deja de llover puede verse a algunos vecinos paseando sus mascotas y a padres vigilando a sus hijos en el parque infantil. En este recinto invierten parte de sus ratos de ocio, un tiempo que no está exento de cierto riesgo. Lo confirmó la presencia de grandes ramas, desprendidas de los árboles sobre el piso del parque infantil, ubicado a escasos 20 metros de un colegio público.
La seguridad de los usuarios no es el único motivo de las quejas vecinales. Los residentes se quejan de que la envergadura de los árboles lleva a que los tejados de los edificios próximos se vean afectados por la caída de hojas y suciedad que desprenden las ramas superiores.
El problema no es nuevo. El Concello de O Barco lleva meses intentando darle una solución, pero la zona verde de Viloira pertenece a la Xunta. La Administración autonómica debería ser la que asuma las medidas oportunas para eliminar el peligro. Así quedó reflejado en un acuerdo que Vicepresidencia y el Concello alcanzaron hace varios meses, por el cual la Consellería aportaría los medios mecánicos, asumiendo la contratación de una empresa el organismo municipal.
Ayer, el alcalde barquense, Alfredo García Rodríguez, apuntó que la Xunta trabaja en la redacción de un proyecto para mejorar el edificio de la Casa Grande, donde ubicó varias oficinas autonómicas. La iniciativa también contempla actuar en el jardín. Sin embargo, todo indica que los trámites avanzan con una lentitud exasperante, cuando la solución debería ser adoptada a la mayor brevedad, como ayer apuntó el alcalde barquense, Alfredo García Rodríguez.
"Vamos a hacerlo nosotros. No podemos esperar más", dijo el regidor. En este sentido, añadió que el Concello ya inició gestiones con varias empresas para consultar sus tarifas. Esta iniciativa busca acabar con el peligro a la mayor brevedad. Después, el equipo de gobierno barquense se dirigirá a la Xunta buscando su colaboración para afrontar los costes.
Los trabajos serían similares a los realizados en la Praza de Otero Pedrayo, colindante con los jardines. Consistirán fundamentalmente en la eliminación de las ramas envejecidas y en malas condiciones, y también en reducir la altura de los árboles. El planteamiento municipal toma como modelo la poda de los árboles de la Praza de Ramón Otero Pedrayo, en Viloira, que el Concello acometió hace un año.
