Los vecinos de Millarouso fueron los primeros barquenses convocados por el Concello para informar del programa diseñado buscando prevenir nuevos incendios forestales. El alcalde, Alfredo García Rodríguez, pretende que la población de los 20 núcleos de O Barco se implique en la limpieza de una franja de 50 metros a su alrededor. 'Pretendemos que los vecinos tengan saneadas las parcelas', dijo el regidor, que estimó en aproximadamente 6.000 las fincas que se verán afectadas por los planes municipales.
Alfredo García tuvo claro desde el primer momento en qué aldea comenzaría el programa. Eligió Millarouso al ser la más castigada por el fuego durante el gran incendio forestal (más de 500 hectáreas) de agosto de 2012. En este núcleo ardieron tres construcciones, sumándose los daños a los desperfectos sufridos por los bienes públicos hasta elevar a 480.000 euros la estimación de los desperfectos. A su vez, la superficie que ardió en O Barco, Rubiá y Carballeda fue de 1.749 hectáreas, según el dato que en su día facilitó la Consellería do Medio Rural e do Mar. No faltaron los daños personales: dos vecinos de Rubiá y dos voluntarios de Protección Civil de O Barco heridos.
El Concello acometió el proyecto delimitando las parcelas comprendidas en la franja de 50 metros, labor que realizó el aparejador contratado dentro del Plan de Cooperación que firmó con la Diputación. Los medios utilizados fueron dos: los mapas del SIGPAC (Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente) y el Catastro.
EL PLAN
Una vez elaborados los documentos, los técnicos solicitarán la colaboración de los vecinos para determinar los propietarios de las fincas. El objetivo es conseguir que estén limpias a mediados de junio o, como muy tarde, el 1 de julio. La Xunta considera que en esta fecha, el riesgo de incendios forestales se dispara. Una vez lograda la colaboración vecinal, Alfredo García pretende modificar la Ordenanza municipal de limpieza de terrenos y solares y de protección contra incendios forestales. La norma actual establece que la franja a limpiar debe ser de 50 metros desde la vivienda o nave más próxima o 100 desde el núcleo. Las sanciones van de 60 a 3.000 euros, aunque pueden aumentar hasta 6.000 para quienes desoigan las disposiciones municipales.
El Concello acometió el proyecto delimitando las parcelas comprendidas en la franja de 50 metros, labor que realizó el aparejador contratado dentro del Plan de Cooperación que firmó con la Diputación. Los medios utilizados fueron dos: los mapas del SIGPAC (Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente) y el Catastro.
EL PLAN
Una vez elaborados los documentos, los técnicos solicitarán la colaboración de los vecinos para determinar los propietarios de las fincas. El objetivo es conseguir que estén limpias a mediados de junio o, como muy tarde, el 1 de julio. La Xunta considera que en esta fecha, el riesgo de incendios forestales se dispara. Una vez lograda la colaboración vecinal, Alfredo García pretende modificar la Ordenanza municipal de limpieza de terrenos y solares y de protección contra incendios forestales. La norma actual establece que la franja a limpiar debe ser de 50 metros desde la vivienda o nave más próxima o 100 desde el núcleo. Las sanciones van de 60 a 3.000 euros, aunque pueden aumentar hasta 6.000 para quienes desoigan las disposiciones municipales.
