Los apicultores alertan del incremento de las velutinas en Valdeorras

Voluntarios de Protección Civil de A Rúa retiran un nido de velutina.
photo_camera Voluntarios de Protección Civil de A Rúa retiran un nido de velutina.
Entre los meses de marzo y junio estiman en cuatro mil el número de las reinas que capturaron

El aumento de avisos de nidos de vespa velutina comienza a alarmar en Valdeorras. Los bomberos del GES (Grupo de Emerxencias Supramunicipal) de O Barco y los voluntarios de Protección Civil de A Rúa multiplicaron las salidas para retirar sus nidos. Solo entre los meses de julio y agosto, los voluntarios de Protección Civil de A Rúa retiraron del casco urbano una docena.

A este dato habría que añadir los de la empresa pública Seaga, que en 2020 eliminó 177 primarios y 130 secundarios en la comarca, y también los que destruyeron los bomberos del parque comarcal. Según las estimaciones, por cada nido destruido hay otro sin descubrir y no será hasta finales de noviembre cuando la caída de las hojas de los árboles permita localizarlos en pinos, encinas, carrascos, alcornoques e incluso entre las zarzas.

El presidente de la Asociación de Apicultores de Valdeorras, Armando Rodríguez Losada, estimó las reinas capturadas entre los meses de marzo y junio en aproximadamente 4.000 ejemplares y puntualizó que solo las confirmadas por 24 de los 92 socios del colectivo sumaron 1.018. “Este ano vai ser o despertar da velutina en Valdeorras”, afirmó el portavoz de los apicultores valdeorreses.

Losada aprovechó para realizar un llamamiento a la población para la colocación de trampas, que pueden ser elaboradas utilizando botellas de litro y medio e introduciendo en ellas un litro de zumo de arándano, medio litro de vino blanco y unas gotas de vinagre.

Las trampas no eliminan totalmente la presencia de la plaga, de ahí la insistencia de los apicultores en invitar a la población a colocarlas, buscando reducir al máximo su número. El colectivo atribuye el incremento de los nidos detectados a que hubo zonas de Valdeorras donde no fueron preparadas, posibilitando la aparición de nidos primarios.

Cuatro veces más venenosa

Los apicultores, apoyados por un reducido grupo de valdeorreses, son los que encabezan la particular guerra contra la avispa asiática, el insecto que amenaza a sus colmenas pero también a la población. Su veneno no difiere en exceso del de las avispas pero la cantidad que inocula es cuatro veces mayor, suponiendo un serio peligro para quienes son alérgicos a este veneno.

A principios de junio fallecía un vecino de Tomiño (Pontevedra) de 53 años a causa de dos picaduras de esta avispa. Era alérgico y su mujer le puso la inyección de adrenalina que tenían preparada para estas situaciones, pero no logró salvarle la vida.

Armando Rodríguez apuntó que la presencia cada vez más frecuente de estos insectos en las viviendas es debida a la atracción que tienen por el olor a pescado o a la carnaza, entre otros productos que en verano se cocinan con mucha frecuencia con la ventana abierta.

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