Concello de Vilamartín y Diputación instalarán un nuevo filtro en el depósito para garantizar la depuración
Los vecinos de Arnado (Vilamartín) podrían tener agua potable en su traída la semana próxima. Al menos, este es el objetivo de los trabajos de montaje de un nuevo filtro en su sistema de depuración, unas labores que finalizarán en los próximos días, según dijo la alcaldesa popular, María Jesusa Candal Jarrín.
Los trabajos pondrán fin a siete años sin poder usar el agua de la traída en el consumo doméstico, según apuntaron los vecinos y, el mes pasado, el BNG de Vilamartín. En este pueblo de 38 vecinos, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, la suciedad que arrastra el líquido que sale de los grifos es atribuida a las filtraciones de una fosa séptica de una aldea de O Barco, que está situada por encima de la captación: Fervenza. Los habitantes dicen que su capacidad es superada con demasiada frecuencia, lo que provoca que las aguas residuales vayan a parar a la traída de Arnado.
Ante esta consideración, los vecinos siguen acudiendo a fuentes y supermercados para surtirse de agua para el consumo. Estando la fuente más próxima a unos tres kilómetros de distancia, en tanto que el establecimiento comercial más cercano está en O Barco, a 4 kilómetros.
La alcaldesa, María Jesusa Candal, descartó cualquier relación de la turbidez de la traída con la fosa séptica de Fervenza. Sí confirmó que los filtros instalados hace algo más de un año por la Diputación Provincial no dieron el resultado apetecido, por lo que encargó un estudio de la solución más adecuada al problema.
Esta parece ser la construcción de un sistema de filtros de arena, cuyos trabajos comenzaron la semana pasada y que deberán finalizar en los próximos días. La ejecución del proyecto supondrá una inversión de aproximadamente 6.000 euros, que aportarán las arcas de la Deputación Provincial. En el montaje colabora el Consorcio de Augas de Valdeorras, la entidad en la que participan los nueve concellos de Valdeorras, Augas de Galicia y la propia Deputación Provincial supervisa la obra.
