Los arrastres generados por las últimas lluvias están obligando al Concello de O Barco a bombear agua del río Sil hasta la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) ubicada en O Campiño de Viloira. Esta circunstancia fue confirmada ayer por el alcalde, Alfredo García Rodríguez, quien explicó que los arrastres del río Candís impiden utilizar la depuradora de O Coutado, a pesar del menor coste de su funcionamiento.
“Es una consecuencia de los incendios”, apuntó el regidor barquense, aludiendo al gran incendio que en julio calcinó más de 10.500 hectáreas de monte en los concellos de O Barco, Carballeda y Rubiá.
El bombeo de agua desde el Sil permite a los barquenses disponer de agua potable en sus casas, un servicio que acusa serios problemas en los núcleos de Coedo y Candís, que también se ven obligados a recurrir al cauce del río Candís.
El Concello barquense recurrió en varias ocasiones al agua embotellada para abastecer a los vecinos, si bien en la jornada de ayer había vuelto la normalidad a su traída.
El problema no es exclusivo del término municipal de O Barco. El jueves de esta misma semana, todas las captaciones de Vilamartín tenían problemas de arrastres, y eso a pesar de no haber registrado incendios importantes este verano.
