El banco de alimentos de Cáritas Interparroquial de O Barco apenas tiene existencias. El equipo que preside Julio Mourelo Fulgueral se vio obligado a adquirir determinados artículos básicos, que habían sido agotados. Esta situación es inusual a mitad del año, cuando los productos reunidos en campañas como la 'Operación Kilo' aún no se deberían acabar. Productos como leche, Cola-Cao, aceite, conservas y artículos para niños son los más necesarios, según apuntó la trabajadora social de la ONG, Isabel Álvarez.
'Se sigue agotando el banco de alimentos, fruto de la necesidad', comentó Julio Mourelo, aludiendo a unos momentos difíciles para muchas familias. Sus problemas económicos coinciden con un periodo en el que el sector de la pizarra no logra despegar, aún a pesar de que los mercados centroeuropeos habían frenado la caída las exportaciones. Así lo reflejaron los últimos datos que manejan los pizarristas. Están referidos al primer trimestre del 2010 y apuntan que las 115.921 toneladas exportadas están ligeramente por debajo de las 116.766 del 2009. Pero la preocupación de muchos empresarios de la pizarra continúa al observar cómo no recupera el nivel de actividad existente antes de que la crisis rebajase en un 30% las exportaciones. La 'línea plana' que dibuja la evolución de las ventas de pizarra repercute en los datos del paro. Éstos indican que, en junio, el número desempleados en O Barco pasó de 1.100 a 1.248, una tendencia creciente similar a la de la comarca, que sube de 1.873 a 2.161.
Cáritas Interparroquial de O Barco es la principal proveedora de artículos básicos a los necesitados. Entre enero y julio, este colectivo prestó 743 servicios, más de la mitad -el 54%- de los que ofreció a lo largo de todo el año 2009. Los datos reflejan una mayor demanda de artículos alimenticios, que aumentó un 60%. En lo que va de año fueron 232 paquetes, con un volumen que varía en función del número de miembros de cada familia.
También se incrementó la demanda de ropa, que pasó de 436 entregas en todo el 2009 a 269 en el primer semestre del 2010.
Blindan la sede
Los momentos de crisis económicas suelen ir acompañados de un aumento del número de robos. De esta afirmación puede dar fe Cáritas Interparroquial de O Barco. Este colectivo observó que en los últimos meses muchos artículos del banco de alimentos desaparecían de forma inexplicable.
La causa de estas desapariciones la descubrió la la trabajadora social de la ONG, Isabel Álvarez, quien sorprendió a dos ladrones robando en la sede, cuando ella atendía a una persona que había acudido buscando la ayuda de la entidad. Uno de estos 'cacos' ya había cargado la bosa de la compra con las botellas de aceite que recogió del banco de alimentos. La segunda, revolvía los cajones de uno de los despachos de la ONG en busca de objetos de valor.
Ante estos hechos, los directivos de Cáritas decidieron tomar medidas para impedir que se repitiesen, acordando instalar un cierre con una puerta y una ventanilla. Esta instalación de seguridad impide el acceso directo a las dependencias, a cuyo interior sólo pueden acceder aquellas personas a las que franquee el paso la trabajadora social.
El presidente de la entidad benéfica barquense, Julio Mourelo, reconoció que, desde hacía algún tiempo, veíamos que faltaban cosas. Pese a todo, descarga parte de la culpa en la difícil situación económica de muchas familias. En este sentido, afirmó que los robos son consecuencia de la necesidad.
Cáritas Interparroquial de O Barco es la principal proveedora de artículos básicos a los necesitados. Entre enero y julio, este colectivo prestó 743 servicios, más de la mitad -el 54%- de los que ofreció a lo largo de todo el año 2009. Los datos reflejan una mayor demanda de artículos alimenticios, que aumentó un 60%. En lo que va de año fueron 232 paquetes, con un volumen que varía en función del número de miembros de cada familia.
También se incrementó la demanda de ropa, que pasó de 436 entregas en todo el 2009 a 269 en el primer semestre del 2010.
Blindan la sede
Los momentos de crisis económicas suelen ir acompañados de un aumento del número de robos. De esta afirmación puede dar fe Cáritas Interparroquial de O Barco. Este colectivo observó que en los últimos meses muchos artículos del banco de alimentos desaparecían de forma inexplicable.
La causa de estas desapariciones la descubrió la la trabajadora social de la ONG, Isabel Álvarez, quien sorprendió a dos ladrones robando en la sede, cuando ella atendía a una persona que había acudido buscando la ayuda de la entidad. Uno de estos 'cacos' ya había cargado la bosa de la compra con las botellas de aceite que recogió del banco de alimentos. La segunda, revolvía los cajones de uno de los despachos de la ONG en busca de objetos de valor.
Ante estos hechos, los directivos de Cáritas decidieron tomar medidas para impedir que se repitiesen, acordando instalar un cierre con una puerta y una ventanilla. Esta instalación de seguridad impide el acceso directo a las dependencias, a cuyo interior sólo pueden acceder aquellas personas a las que franquee el paso la trabajadora social.
El presidente de la entidad benéfica barquense, Julio Mourelo, reconoció que, desde hacía algún tiempo, veíamos que faltaban cosas. Pese a todo, descarga parte de la culpa en la difícil situación económica de muchas familias. En este sentido, afirmó que los robos son consecuencia de la necesidad.
