Las quejas de la concejala Begoña González por la cantina montada por la organización del 'VI Camiño das Covas', que se desarrolló el sábado pasado en O Castro, centraron la polémica en un pleno convocado sin ningún apartado relevante en el orden del día. La ex compañera de gobierno del alcalde socialista Alfredo García, lugar que abandonó hace meses por diferencias con sus compañeros, criticó la instalación del puesto de bebidas 'habiendo dos locales con licencia fiscal, que pagan sus impuestos'. La edil, que posee un restaurante en el pueblo, mostró sus discrepancias con 'un botellón con ánimo de lucro'.
Sus quejas fueron contestadas por el regidor, quien indicó que la cantina se montó durante el concierto musical a petición de los visitantes de ediciones anteriores. 'Se detectó una carencia, que faltaban cervezas y copas durante el concierto, por lo que se decidió poner una barra para los que se quedasen', afirmó Alfredo García. Añadió que 'la gente no salió del concierto para buscar una copa a 300 metros y lo pasó estupendamente' y aseguró que el acuerdo de instalar el bar del concierto fue advertida previamente a varios miembros de la Asociación de Bodegueros.
También hubo debate, aunque sin tanta acritud, en la cesión a la Consellería de Medio Rural de los terrenos que el pueblo de Vilanova entregó al Concello, en los cuales está ubicada la base de extinción de incendios forestales de la Xunta. En este punto, la postura crítica la asumió el portavoz del PPdeG, Moisés Blanco, que planteó abstenerse a la hora de aceptar la cesión de los terrenos del pueblo. El edil recurrió a un informe técnico desfavorable, en el que el secretario municipal dudaba de la validez del documento presentado por el representante vecinal. A pesar de su oposición inicial, el punto salió adelante por unanimidad.
A su vez, la concejal del BNG, Isabel Gacio, aprovechó la sesión para protestar por las multas por mal estacionamiento que puso un agente de la Policía Local. Afirmó que los vehículos estaban aparcados 'igual que hai un ano'. Además, la edil solicitó que se indicasen mejor los vados para facilitar que los coches curven al entrar y permitir el giro de los coches a los dueños de garajes.
También hubo debate, aunque sin tanta acritud, en la cesión a la Consellería de Medio Rural de los terrenos que el pueblo de Vilanova entregó al Concello, en los cuales está ubicada la base de extinción de incendios forestales de la Xunta. En este punto, la postura crítica la asumió el portavoz del PPdeG, Moisés Blanco, que planteó abstenerse a la hora de aceptar la cesión de los terrenos del pueblo. El edil recurrió a un informe técnico desfavorable, en el que el secretario municipal dudaba de la validez del documento presentado por el representante vecinal. A pesar de su oposición inicial, el punto salió adelante por unanimidad.
A su vez, la concejal del BNG, Isabel Gacio, aprovechó la sesión para protestar por las multas por mal estacionamiento que puso un agente de la Policía Local. Afirmó que los vehículos estaban aparcados 'igual que hai un ano'. Además, la edil solicitó que se indicasen mejor los vados para facilitar que los coches curven al entrar y permitir el giro de los coches a los dueños de garajes.
