Los agentes de la Policía Local de O Barco iniciaron los trámites para retirar del casco urbano 17 vehículos abandonados. La mayor parte de ellos, 12 en total, fueron localizados durante la semana pasada, otros dos el pasado mes de octubre y los tres restantes en julio de 2010. Esta medida persigue dos objetivos fundamentales: limpiar las calles, mejorando la imagen de la villa, y ganar plazas de estacionamiento, según dijo el jefe de la Policía Local, Arturo Rebollar.
En los dos últimos años, los agentes tramitaron la retirada de 58 vehículos, consiguiendo que sus propietarios se hiciesen cargo de ellos en 25 ocasiones, siendo enviados al desguace otros 16, según los datos facilitados por la Policía Local.
La retirada de vehículos de la calle requiere una serie de trámites, que se inician cuando los agentes reciben el aviso de un vecino o bien detectan personalmente la existencia de uno de estos coches, inmediatamente investiga si está dado de alta en Tráfico, si posee seguro y si pasó la Inspección Técnica de Vehículos. En caso de que alguna de estas consultas dé resultado negativo, le coloca una pegatina en la que advierte al propietario que si en dos días no se pone en contacto con la Jefatura, el coche será trasladado al depósito. Cuando el dueño avisa que es de su propiedad, dispone de dos meses para llevárselo.
En caso de que el propietario no dé señales de vida, la Policía Local inicia las gestiones para retirar el coche de la calle, una labor que realiza la grúa del servicio de la ORA. Los agentes le aplican la Lei de Residuos Sólidos Urbáns de Galicia y lo trasladan al centro de descontaminación de automóviles más próximo, que está situado en la ciudad berciana de Ponferrada, a 50 kilómetros.
La retirada de vehículos de la calle requiere una serie de trámites, que se inician cuando los agentes reciben el aviso de un vecino o bien detectan personalmente la existencia de uno de estos coches, inmediatamente investiga si está dado de alta en Tráfico, si posee seguro y si pasó la Inspección Técnica de Vehículos. En caso de que alguna de estas consultas dé resultado negativo, le coloca una pegatina en la que advierte al propietario que si en dos días no se pone en contacto con la Jefatura, el coche será trasladado al depósito. Cuando el dueño avisa que es de su propiedad, dispone de dos meses para llevárselo.
En caso de que el propietario no dé señales de vida, la Policía Local inicia las gestiones para retirar el coche de la calle, una labor que realiza la grúa del servicio de la ORA. Los agentes le aplican la Lei de Residuos Sólidos Urbáns de Galicia y lo trasladan al centro de descontaminación de automóviles más próximo, que está situado en la ciudad berciana de Ponferrada, a 50 kilómetros.
