Los minusválidos con problemas de movilidad podrán bajar a la orilla del Sil, en el Malecón barquense. El Concello construye una rampa, que es el primer paso de un proyecto que eliminará las barreras en la villa.
Una vieja reclamación de los minusválidos con problemas de movilidad e incluso de las madres que deben llevar en carros a sus hijos es la imposibilidad de acceder a la orilla del río Sil, en el Paseo del Malecón de O Barco. Esta situación comenzó a corregirla el Concello con la construcción de una rampa.
Los trabajos comenzaron en la escalera próxima a la Casa da Cultura y la obra consiste en una rampa que discurre pegada al muro del Malecón.
El Concejal de Sanidade, Luis Ramos, confirmó la finalidad de esta obra, que tendrá continuación con un proyecto más amplio, que prevé la eliminación de todas las barreras arquitectónicas de la vía pública. Esta obra comenzará en la semana del 24 de septiembre y abarcará “desde Calabagueiros hasta Viloira”, según apuntó el edil.
La concejalía tomó como base de este proyecto, una relación que recoge una veintena de puntos problemáticos para las personas con problemas de movilidad. Muchos de ellos son rampas construidas para minusválidos que no pueden utilizar los usuarios de sillas de ruedas con motor por su excesiva pendiente, superior en algún caso al 30% de inclinación. Además, prevé la construcción de rampas en lugares donde no existían.
El problema que plantean las barreras arquitectónicas en las calles de la villa motivó una intervención de la concejal del PP barquense, María Victoria Núñez. La edil aprovechó la última sesión plenaria de la Corporación municipal para reclamar su eliminación.
Los trabajos comenzaron en la escalera próxima a la Casa da Cultura y la obra consiste en una rampa que discurre pegada al muro del Malecón.
El Concejal de Sanidade, Luis Ramos, confirmó la finalidad de esta obra, que tendrá continuación con un proyecto más amplio, que prevé la eliminación de todas las barreras arquitectónicas de la vía pública. Esta obra comenzará en la semana del 24 de septiembre y abarcará “desde Calabagueiros hasta Viloira”, según apuntó el edil.
La concejalía tomó como base de este proyecto, una relación que recoge una veintena de puntos problemáticos para las personas con problemas de movilidad. Muchos de ellos son rampas construidas para minusválidos que no pueden utilizar los usuarios de sillas de ruedas con motor por su excesiva pendiente, superior en algún caso al 30% de inclinación. Además, prevé la construcción de rampas en lugares donde no existían.
El problema que plantean las barreras arquitectónicas en las calles de la villa motivó una intervención de la concejal del PP barquense, María Victoria Núñez. La edil aprovechó la última sesión plenaria de la Corporación municipal para reclamar su eliminación.
