La venta de la mitad de los terrenos del matadero municipal de O Barco fue aparcada por el Concello a causa de la crisis. Sigue adelante el proyecto de construcción de viviendas de protección oficial del Instituto Galego de Vivenda e Solo, que busca un acuerdo con el Ejecutivo local para urbanizar el solar.
La crisis del ladrillo retrasa la venta de la mitad del solar del antiguo matadero municipal de O Barco. El alcalde socialista, Alfredo García Rodríguez, esgrimió ayer este argumento al plantear que no es el momento de venderla. La subasta de estos terrenos entre los constructores del Concello fue anunciada por el regidor en el pleno municipal de agosto del 2008. En aquel entonces, planteó la posibilidad de destinar los ingresos a desarrollar el plan especial del casco antiguo. Pocas semanas después, la economía se venía abajo, obligando a suspender el proyecto.
No sucede lo mismo con la construcción de una veintena de pisos de protección oficial en la otra mitad del terreno.
El Instituto Galego de Vivenda e Solo inició la redacción del proyecto, a la espera de alcanzar un acuerdo con el Concello para repartirse la construcción de los servicios diseñados para la finca: una pista polideportiva y la zona verde. Este consenso fue justificado por el próximo inicio de las obras de una veintena de viviendas de protección oficial.
La finalización del proyecto marcará el comienzo de los contactos entre los técnicos municipales y los del IGVS para repartir los costes de los terrenos. A su vez, el organismo autonómico asume la ejecución de la calle de acceso a las viviendas que promueve. Se trata de que los futuros usuarios del edificio puedan disfrutar de los servicios proyectados, tanto de la pista polideportiva como de la zona verde, explicó Alfredo García.
El argumento expuesto por el alcalde al indicar el retraso de la venta de solares, la crisis, también le permitió defender los planes del Instituto Galego de Vivenda e Solo. A este respecto, indicó que la obra beneficiará al sector de la construcción municipal en un momento en el que no hay demasiados proyectos en marcha. También aludió el regidor barquense a la existencia de una demanda de pisos de protección oficial que debe ser atendida.
No sucede lo mismo con la construcción de una veintena de pisos de protección oficial en la otra mitad del terreno.
El Instituto Galego de Vivenda e Solo inició la redacción del proyecto, a la espera de alcanzar un acuerdo con el Concello para repartirse la construcción de los servicios diseñados para la finca: una pista polideportiva y la zona verde. Este consenso fue justificado por el próximo inicio de las obras de una veintena de viviendas de protección oficial.
La finalización del proyecto marcará el comienzo de los contactos entre los técnicos municipales y los del IGVS para repartir los costes de los terrenos. A su vez, el organismo autonómico asume la ejecución de la calle de acceso a las viviendas que promueve. Se trata de que los futuros usuarios del edificio puedan disfrutar de los servicios proyectados, tanto de la pista polideportiva como de la zona verde, explicó Alfredo García.
El argumento expuesto por el alcalde al indicar el retraso de la venta de solares, la crisis, también le permitió defender los planes del Instituto Galego de Vivenda e Solo. A este respecto, indicó que la obra beneficiará al sector de la construcción municipal en un momento en el que no hay demasiados proyectos en marcha. También aludió el regidor barquense a la existencia de una demanda de pisos de protección oficial que debe ser atendida.
