Ubicado en Xagoaza, apenas lo utilizan una veintena de peregrinos al año

O Barco busca remedio al escaso uso del albergue

Exteriores del albergue de Xagoaza, en O Barco. (Foto: J.C.)
El albergue municipal de Xagoaza (O Barco) registra una media anual de 20 peregrinos.
Aunque el Concello centra su actividad en quienes recorren el Camiño de Inverno, estos optan por otros lugares para pernoctar. Dejando a un lado este colectivo que va o vuelve de Santiago, apenas lo utilizan un grupo de piragüistas catalanes que compite en el Descenso del Sil y alguna que otra expedición de aficionados a la montaña, atraídos por la aventura de Pena Trevinca. Estos datos los dio Gloria Neira Ojea, una vecina del pueblo que asumió de forma altruista el cuidado de las instalaciones y de sus ocupantes, con quienes tiene llegado a compartir su propia comida.

'En todo o ano, non chegan nin a 20 os peregrinos. No que levamos de 2014, non veu ninguén. É moito o recorrido que teñen que facer desde O Barco ata aquí', explicó. Los casi tres kilómetros que separan el albergue de la villa barquense son determinantes en la baja ocupación del servicio. 'Cando chegan, o primeiro que fan é queixarse da costa. Despois, marchan contentos, pois o albergue está moi ben.', añadió Gloria Neira.

Inaugurado en enero de 2009, en una visita del entonces conselleiro socialista Manuel Vázquez, el albergue de Xagoaza ofrece 20 plazas.

El anuncio del reconocimiento oficial por la Xunta del Camiño de Inverno como ruta alternativa al Camiño Francés, que anunció recientemente Asunción Arias Arias, presidenta de la Asociación de Amigos do Camiño de Inverno por Valdeorras, podría impulsar la llegada de los peregrinos. Pero se presume difícil. 'So cos peregrinos non sae adiante', comentó la cuidadora del albergue.


Irene Dacal: “Está alejado y Cuesta llegar allí'

La concejala de Promoción Económica, Turismo e Comercio, Irene Dacal Feijoo, es consciente de la situación alejada del albergue. 'Está muy alejado y cuesta llegar allí', reconoció ayer. Aseguró haber realizado varios intentos para promover su uso, pero ninguno cuajó. Ahora, confía en que el Camiño de Inverno logre revitalizarlo.

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