Demanda las infraestructuras que anunció Fomento para poner freno a la pérdida de población
El padrón provisional de O Barco cifraba ayer su población en 13.662 habitantes. Un año antes, este registro contabilizaba casi 100 más: 13.761. Estos datos confirman la tendencia a la baja del Concello, devolviéndolo a números de hace una década. En 2006, los habitantes ya eran 13.800, cifra que continuaría ascendiendo hasta alcanzar el tope en 2009: 14.213. Desde entonces, las cifras no cesaron de bajar.
Agentes sociales y clase política dirigen sus miradas hacia la crisis económica al buscar la razón de este descenso. Muchos de los que abandonaron el Concello en los últimos años son extranjeros, pero también hubo españoles que cambiaron su residencia. Sin ir más lejos, en el último año, fueron 89 los nacionales que se dieron de baja, o sea, la gran mayoría.
El alcalde, Alfredo García Rodríguez, encuentra dos razones a la pérdida de población: las reticencias de muchos vecinos a empadronarse en O Barco. "La gente no cumple con la obligación de empadronarse en el lugar donde vive", explicó. El segundo es el empleo. "Mientras no se genere empleo no crecerá la población", dijo.
Con la pizarra casi como único generador de nuevos empleos en la comarca, O Barco considera que la construcción de las infraestructuras anunciadas por el Ministerio de Fomento, la carretera de circunvalación barquense y la A-76, serían un buen revulsivo para la economía local. Solo el enlace de la N-536 con la N-120 supondrá una inversión próxima a los 63,64 millones de euros. A su vez, los tres primeros tramos de la autovía que comunicará Ponferrada con Ourense (enlazarían Villamartín de la Abadía con O Barco) tendrán un coste estimado en 284,80 millones.
"Ese tipo de obras generan riqueza", dijo el alcalde, Alfredo García. "La circunvalación puede generar un empleo muy grande. Son obras que benefician a todos los sectores", corroboró el presidente de la Asociación Empresarial de Valdeorras (AEVA), Javier Rodríguez Paradelo.
Julio Mourelo Fulgueral, de Cáritas de O Barco, tras confirmar la marcha de usuarios afirmó que "Si pierdes población es síntoma de que algo va mal. Cualquier obra de envergadura nos beneficia. Esas obras son las que nos faltan aquí".
La población extranjera cayó un 28%
El número de extranjeros empadronados en O Barco descendió considerablemente en los últimos años. De los 1.362 contabilizados en las primeras semanas de 2010 se pasó a solo 979, lo que supone un descenso del 28,12 %. Este colectivo fue muy castigado por la crisis económicas, pasando, en los últimos siete años, de representar casi el 10 % de la población total a superar ligeramente el 7 %. En la actualidad, los grupos más importantes son, además del portugués (517 habitantes), los formados por los originarios de Rumanía (80), Brasil (55), República Dominicana (47), Marruecos (44) y Colombia (40). "Muchos retornaron a sus países, notas que faltan porque no vienen", comentó el director de Cáritas Interparroquial de O Barco, Julio Mourelo. "Mayoritariamente, se trata de población inmigrante. Los españoles intentan quedarse si las cosas no le van muy mal", añadió.
El padrón barquense contabiliza personas de 41 nacionalidades distintas, incluida la española, registrando una mayor presencia femenina, con 6.990 mujeres y 6.672 hombres.
La población está repartida en 30 núcleos y los más importantes son los siguientes: O Barco (11.228 habitantes), Viloira (812), Éntoma (318), Veigamuiños (280), Vilanova (230), A Proba (125), Santigoso (109) y O Castro (64).
