Aurelio Blanco donará su colección si se exhibe de forma permanente

O Barco recupera su historia

Una colección de más de 6.000 documentos refleja la actividad empresarial local del último siglo. El presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses, Aurelio Blanco, pretende cederla, a cambio de que se exhiba en un local.
El 'Salón García Valle' acogió el espectáculo de 'hipnotismo burlón' ofrecido por Tim Mc Coy. El festival se desarrolló en O Barco, en 1936. Hoy, transcurridos 74 años, son contados los barquenses que conocen la existencia del local. El folleto que anuncia el evento forma parte de las colecciones de documentos (más de seis mil) y objetos que atesora el presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses, Aurelio Blanco Trincado, en el bajo de la céntrica calle San Mauro.

El local está ocupado por un batiburrillo de documentos, fotografías y objetos reunidos con una única finalidad: evitar que el olvido se adueñe de la historia local más reciente y mostrarla a los herederos de quienes la protagonizaron.

Ante los ojos de cristal de una máscara de gas que alguien usó en las minas de Valborraz (Carballeda) Aurelio Blanco muestra el recibo de una mensualidad de 10 pesetas que expidió el desaparecido colegio 'San Vicente Ferrer', allá por 1918. No se acuerda de su ubicación pero sí es conocedor de la obligación de alojar a soldados, vigente durante la Guerra Civil. 'Alojará a dos soldados', ordena un impreso fechado en noviembre de 1936 y dirigido a una familia cualquiera de la villa. De este mismo año es el resguardo del 'foro' de un cántaro de vino, entregado por un vecino de O Castro a la familia de Alfonso Flórez, propietaria del pazo.

Mezclados con los papeles, Blanco guarda los artículos que más consumieron los barquenses de la primera mitad del siglo XX. Esta sección incluye un botín fabricado en 'La Favorita', las velas de 'La Industrial Cerera' y el folleto propagandístico de 'Jabolia', elaborado en 'Jabones El Cisne', otra empresa local ya desaparecida. Su propietario resalta sus cualidades para quitar la grasa, que lo hicieron indispensable en los talleres de toda España. Ahora, el presidente del IEV espera que un museo impida que se pierda para siempre.


“Legaré fotos y documentos a una exposición permanente'

Aurelio Blanco Trincado lleva muchos años en la búsqueda de un local para crear el museo en O Barco. De este interés surgió la 'Asociación Amigos del Museo', que él mismo dirige. Tras muchos años de gestiones, en las últimas semanas, ya ocupando la presidencia del Instituto de Estudios Valdeorreses, recibió el ofrecimiento del bajo y de la bodega de una casa particular en un pueblo de Vilamartín.

¿Consiguió el local que el Instituto de Estudios

Valdeorreses reclama para ubicar el museo comarcal?
Acudiremos a todas las esferas para conseguirlo. De momento, tenemos el ofrecimiento de un particular que está dispuesto a ceder la planta baja y las bodegas de su casa, en el pueblo vilamartinés de San Miguel de Outeiro. Trataremos de entrevistarnos con él para ubicarlo allí.

¿Tienen decidido cuál será su contenido?

Tenemos la ilusión de dedicar el museo a las artes gráficas. Nos ofrecieron impresoras centenarias y nosotros reunimos numerosos impresos, como anuncios o esquelas. También poseemos periódicos que liberales y conservadores editaron en O Barco a principios del siglo pasado.

¿Que piensa hacer con los documentos mercantiles?

Soy su propietario y mi intención es legarlos a una fundación o al Concello, conjuntamente con las fotografías. Quería darle un carácter de continuidad a la exposición. Que fuese permanente. Son 600 documentos de Valdeorras, 1.500 de Galicia y 4.000 de toda España.

¿Recibió alguna ayuda?

Tenemos una ayuda de 3.000 euros que la Diputación nos concedió para la exposición fotográfica.

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