La boda del hijo de Javier Solana en el Pazo do Castro acapara desde hace semanas los corrillos de la villa barquense.
El Pazo do Castro acoge desde el jueves a Javier Solana, quien ocupó el cargo de Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea entre los años 1999 y 2009. Su presencia en tierras valdeorresas obedece a la boda de su hijo, Diego, y una barquense, Patricia Folla. A las 19.00 horas los casará el alcalde de O Barco, Alfredo García, en los jardines del establecimiento hostelero de la villa.
Esta boda acapara los comentarios de los barquenses desde hace meses y dio lugar a todo tipo de rumores en la villa. Aunque sólo fueron invitados familiares y amigos de los novios, en los corrillos de la villa circularon durante semanas los nombres de todo tipo de personalidades, desde Obama hasta Felipe González. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El padre de la novia, José Luis Folla -ex director del colegio Julio Gurriarán- echó por tierra las expectativas que se habían creado algunos vecinos, e indicaba que a la celebración están invitadas unas 160 personas.
La boda fue programada para esta tarde. No obstante, ayer comenzaban a llegar los familiares. A su vez, Javier Solana empleaba parte de la jornada en caminar hasta Xagoaza y en disfrutar de las instalaciones del Pazo do Castro.
Esta boda acapara los comentarios de los barquenses desde hace meses y dio lugar a todo tipo de rumores en la villa. Aunque sólo fueron invitados familiares y amigos de los novios, en los corrillos de la villa circularon durante semanas los nombres de todo tipo de personalidades, desde Obama hasta Felipe González. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El padre de la novia, José Luis Folla -ex director del colegio Julio Gurriarán- echó por tierra las expectativas que se habían creado algunos vecinos, e indicaba que a la celebración están invitadas unas 160 personas.
La boda fue programada para esta tarde. No obstante, ayer comenzaban a llegar los familiares. A su vez, Javier Solana empleaba parte de la jornada en caminar hasta Xagoaza y en disfrutar de las instalaciones del Pazo do Castro.
