Hace años que el oriente provincial no registra un parto como el de 'Ponito', en Chao de Castro

O Bolo cuida a uno de los últimos mulos

“Ponito” nació en Chao de Castro (O Bolo) hace dos meses. Es uno de los pocos ejemplares de mulo -nacido del cruce de burro y yegua- que crecen en el oriente provincial, aunque aún son menos los veterinarios que atendieron un parto de este tipo. En A Fonsagrada (Lugo) consideran un éxito reunir una docena en su última Feria del Caballo. La aparición de los motocultores para trabajar el campo y de los vehículos todo terreno en el Ejército, limitaron prácticamente su uso a las plazas de toros.
La presencia de “Ponito”, un pequeño mulo de apenas dos meses, tiene encandilados a los vecinos de Chao de Castro, un pequeño pueblo bolés de 49 habitantes. Sólo los más viejos del lugar recuerdan el nacimiento de un animal de esta especie, que resulta de cruzar un burro con una yegua.
Su dueño, Jesús Fernández Prieto, compró a su madre “Pinta” en las vecinas tierras leonesas de La Cabrera y cuando llegó a O Bolo ya estaba preñada. Desde que nació, “Ponito” crece libremente en los prados próximos al pueblo.

Son muy pocos los ejemplares de esta especie que quedan en territorio gallego. Sin ir más lejos, en la última edición de la “Feria del caballo” de A Fonsagrada (Lugo) consideraban un éxito reunir a una docena de estos animales. En el oriente provincial quedan algunos, pero son viejos y ya no se sirven para trabajar la tierra.

Muy pocos veterinarios en ejercicio atendieron el parto de un mulo. En Viana, Pablo González, comenta que “llevo 12 años aquí y nada”. Desde Vilamartín, Manuel Fernández se encuentra en la misma situación que el anterior. “Nunca atendín un parto”, confirmó.

No es de extrañar esta escasez de mulos, sobre todo, si se tiene en cuenta que proceden de cruces de yeguas y burros, siendo estos últimos una especie que está en peligro de extinción.

La desaparición de los mulos parece próxima, pues las máquinas los apartaron de los trabajos para los que eran necesarios. La aparición de los motocultores y pequeños tractores los retiraron de las labores agrícolas, en tanto que los vehículos todo terreno los dejaban sin sitio en el Ejército. En Valdeorras, también se usaron para acarrear pizarra de las canteras, pero la imposibilidad de competir con el dumper -grandes camiones-, también los mandó al paro. Ahora, tienen en las plazas de toros su último reducto, siendo utilizados para retirar a los toros.



Medio Rural ultima un registro específico de ganado equino

La inexistencia de un censo actualizado de mulos en Galicia hace difícil estimar el número de supervivientes. Existe algún que oro dato, pero hay que buscarlo en el Censo Agrario de 1999. Ese año había censados en Galicia más de 14.000 asnos y menos de 4.000 mulos. A nivel nacional estos mismos datos fueron de 53.994 y 28.115, respectivamente.

La Consellería de Medio Rural no maneja ningún registro del ganado equipo, separado por especies. Este departamento pretende corregir esta situación con la aprobación de un registro exclusivo para este ganado. Será una forma de solucionar los problemas causados por los animales que viven en el monte y los daños que ocasionan.

Su aprobación obligará a los propietarios de los animales a colocarles chapas con los números de identificación y a llevar un libro de la explotación, tal y como ya hacen actualmente los propietarios de otro tipo de explotaciones ganaderas.

Este requisito es bien recibido por la familia de Jesús Fernádez, propietaria de “Ponito”, donde afirmaron que “é mellor que estea rexistrado”. Incluso si su destino es servir de “hobby” para sus propietarios.

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