El Concello de O Bolo recomendó a los vecinos no consumir agua de la traída al detectar un nivel de arsénico superior al autorizado por la Consellería de Sanidade. Lo anunció el alcalde popular, Manuel Corzo Macías, quien también dijo que las arcas municipales asumirán el coste del agua mineral a las familias que lo soliciten. 'Se queren, poden vir ao Concello a cobrar a auga', explicó. Esta invitación la realizó al finalizar la reunión con los vecinos, en la cual, un técnico informó de la situación.
El problema surgió al detectar un nivel de 14 microgramos/litro de arsénico, superior a los 10 microgramos/litro que marcó la Xunta como máximo. Es el mismo que fijó la Organización Mundial de la Salud (OMS) pero muy inferior a los 50 microgramos/litro que la Administración gallega exigía antes del cambio de la normativa. Estas cifras posibilitan que los técnicos y responsables sanitarios descarten hablar de una situación alarmante, mientras el Concello intenta localizar la causa del índice de arsénico.
PUNXÍN
Un problema parecido vivió Punxín. La traída de dos aldeas -Ventosela y Vilar- dio índices de arsénico más altos de los establecidos por la Consellería de Sanidade. Aquí, el Concello reparte garrafas de agua entre los vecinos todos los martes. Antes, también pasó por esta situación Ourantes, pero la resolvió con una depuradora.
PUNXÍN
Un problema parecido vivió Punxín. La traída de dos aldeas -Ventosela y Vilar- dio índices de arsénico más altos de los establecidos por la Consellería de Sanidade. Aquí, el Concello reparte garrafas de agua entre los vecinos todos los martes. Antes, también pasó por esta situación Ourantes, pero la resolvió con una depuradora.
