El futuro de los grupos musicales está asegurado en O Barco. El estadio de Calabagueiros es escenario de los ensayos de los jóvenes intérpretes, que usan un local arreglado por ellos.

Calabagueiros alimenta la cantera musical de O Barco

Varios jóvenes músicos de O Barco, en un ensayo. (Foto: LUIS BLANCO)
Un pequeño bajo, situado bajo las gradas del estadio municipal de Calabagueiros, acoge los ensayos de la cantera de músicos de O Barco. Una veintena de jóvenes se reparte el uso del local que les cedió el Concello. Ellos mismos lo prepararon, con alguna que otra ayuda municipal, que no les evitó tener que recurrir al reciclaje y a las visitas al Punto Limpio. De este lugar salieron varios muebles usados, que complementaron con el mobiliario cedido por particulares. Las tarimas fueron montadas con palés y construyeron con sus propias manos el piso de madera.
El local fue cedido sin ningún equipo, por lo que los jóvenes músicos utilizan el que aportaron algunos de los 60 intérpretes de la Asociación de Música Alternativa Valdeorresa. Lo apuntó Mario Rodríguez Souto, guitarrista de 'Navegando a Barlovento'. Ante esta carencia, el colectivo contactó con el equipo de gobierno y con la oposición municipal, sin que sus gestiones lograsen el objetivo esperado, al menos de momento. Una batería y los micrófonos son las faltas que más les urge corregir, ya que no es bueno montarlos y desmontarlos una y otra vez.

Según sus cálculos, su adquisición costará aproximadamente 1.300 euros. La cantidad no es excesiva, si se toma en consideración que el local de ensayos mantiene alejados de otras diversiones, quizás no tan sanas, a los jóvenes. 'Es uno de los fines de la asociación. Antes, los chavales estábamos en la sala de juegos. Ahora, son los que hacen más uso del local', comentó Mario Rodríguez.

Para la nueva generación de músicos valdeorreses, el local de Calabagueiros es muy importante. Su apertura permitió recuperar un ambiente musical venido a menos cuando se cerró el viejo edificio de la cárcel, entre cuyas paredes ensayaban los intérpretes de la zona. 'Tener el local es fundamental. Ahora se ve a muchos grupos de chavales', dijo el guitarrista barquense.


CALENDARIO

Los jóvenes elaboraron un calendario con los turnos de uso del local. Fijaron dos diarios, de 16,00 a 19,00 horas y de aquí en adelante. El objetivo es que cada grupo pueda realizar dos ensayos semanales, una meta que cada día se complica más, con la incorporación de nuevos músicos. La solución es abrir otra sala. Sin embargo, la asociación prefiere dejar esta petición para más adelante y centrarse en otras más asequibles, como la construcción del baño o el arreglo de la puerta.

La respuesta de los jóvenes fue bien recibida por la Concejalía de Cultura. Su titular, Eduardo Ojea Arias, da por bien empleado el local de Calabagueiros. 'Dentro de las limitaciones económicas del Concello, se consiguió el objetivo', afirmó. También aludió a las mejoras introducidas por los jóvenes músicos. 'Lo tienen muy curioso. Es una manera de que se responsabilicen', apuntó.

El concejal no rehuyó referirse a las carencias que aún faltan por cubrir. A este respecto, recordó que las solicitudes que realizó el Concello aún no obtuvieron el fruto apetecido, obligando a acometer la dotación de nuevos equipos de forma paulatina. En todo caso, aseguró que 'intentaremos mejorar el local'.

A su vez, los músicos compensan los esfuerzos consiguiendo premios para O Barco, como el concurso universitario estatal que ganó 'Navegando a Barlovento'.

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