El suceso ocurrió a las 21.00 horas del 14 de marzo ante el Centro Social de Sobradelo, que finalizaron con una denuncia ante la Guardia Civil y con cuatro puntos de sutura.
Marchei para o coche e vin que estaba sangrando. Clávaronme e eu non me enterei. Es la declaración de G.P.R., vecino de Sobradelo (Carballeda de Valdeorras), en su narración de los hechos que finalizaron con una denuncia ante la Guardia Civil y con cuatro puntos de sutura, que le fueron practicados en el Hospital comarcal Valdeorras. Según apuntó, una agenda desvió el destornillador con el que fue agredido, evitando que las lesiones fuesen mayores. A axenda que levaba na man foi a que me salvou, dijo.
El suceso ocurrió a las 21.00 horas del 14 de marzo ante el Centro Social de Sobradelo, una vez finalizada la reunión que mantuvieron siete de los 19 aficionados a la caza que iniciaron los trámites para legalizar una cuadrilla. Según afirmó el denunciante, el presunto agresor, G.P.B. y vecino de A Medua (Carballeda), reventó la reunión porque no quería pagar la cuota de 50 euros que los demás cazadores habían acordado para pagar los gastos de los perros.
Agresión
Según el denunciante, su agresor esperó a que finalizase la reunión en el exterior del local, sorprendiéndolo por la espalda cuando salía. Sin embargo, no se apercibió de la herida hasta ver la sangre. Fueron los demás cazadores quienes arrebataron el destornillador al presunto agresor. Tiña 30 centímetros e, anque tocou na axenda, déronme catro puntos de sutura na barriga, dijo el agredido.
El suceso ocurrió a las 21.00 horas del 14 de marzo ante el Centro Social de Sobradelo, una vez finalizada la reunión que mantuvieron siete de los 19 aficionados a la caza que iniciaron los trámites para legalizar una cuadrilla. Según afirmó el denunciante, el presunto agresor, G.P.B. y vecino de A Medua (Carballeda), reventó la reunión porque no quería pagar la cuota de 50 euros que los demás cazadores habían acordado para pagar los gastos de los perros.
Agresión
Según el denunciante, su agresor esperó a que finalizase la reunión en el exterior del local, sorprendiéndolo por la espalda cuando salía. Sin embargo, no se apercibió de la herida hasta ver la sangre. Fueron los demás cazadores quienes arrebataron el destornillador al presunto agresor. Tiña 30 centímetros e, anque tocou na axenda, déronme catro puntos de sutura na barriga, dijo el agredido.
