El Concello de O Barco anunció la finalización de los trabajos de mejora en el cementerio municipal de la localidad. Las obras se prolongaron a lo largo de tres años, desde 2019, en una intervención que se desarrolló a lo largo de cuatro fases, que suponen una inversión total que asciende a casi 130.000 euros.
Las actuaciones consistieron en la sustitución del firme de las zonas antiguas del recinto. Este, que era de gravilla, fue sustituido por un suelo de adoquín. Este material ya había sido empleado en las ampliaciones ejecutadas anteriormente. Además de la colocación de adoquín, parte del presupuesto fue destinado a mejorar las canalizaciones de agua y sumideros, así como los parterres de las plantas y flores dispuestas en el camposanto.
Los trabajos concluyeron con una última fase en la que se mejoró el cementerio civil, un pequeño espacio en el que se colocó el nuevo suelo. Además del nuevo firme se llevó a cabo una profunda limpieza del entorno y de los árboles que crecen en la zona, según explicaron desde el consistorio barquense.
Tras finalizar estos trabajos, el Concello da por finalizado el proyecto. Según afirmó el concelleiro de Cemiterio e Medio Rural, Jesús Jares. Explicó que con las intervenciones se consiguió “que todo o recinto estea nunhas condicións moi boas” y que presente el mismo aspecto en sus diferentes zonas.
A su vez, el alcalde barquense, Alfredo García, indicó que el suelo de gravilla del cementerio exigía un mantenimiento muy costoso, pues obligaba a cortar las hierbas que crecían entre ella, por lo que el Concello tomó la decisión de aplicar el mismo procedimiento en toda la parte antigua del camposanto. La tercera fase finalizó el pasado mes de noviembre, restando únicamente el cementerio civil. La prestación sustitutoria de un profesional albañil permitió acometer este trabajo, que acaba de rematar. En este caso, las sepulturas son de tierra, lo cual completó su labor. “Hemos hecho un pasillo de adquines y creo que quedó muy bien”, comentó el regidor.
