La masiva asistencia de comensales a la 'V Festa do Codillo' ruesa confirmó la consolidación de un evento gastronómico, capaz de enfrentarse a la crisis. En el polideportivo rues se dieron cita 750 personas.

El codillo rues venció a la crisis

Los comensales llenaron el polideportivo. (Foto: J.C.)
Una estruendosa ovación recibió ayer a los camareros de la 'V Festa do Codillo' cuando las bandejas con el suculento asomaron a la pista del polideportivo municipal de O Aguillón. Sobre ella, 750 personas se preparaban para degustar el popular plato, elaborado con carne de cerdo. El abarrotado parqué demostró que no hay crisis capaz de frenar a este exquisito manjar.
Acompañado de chorizos, 'cachelos' y grelos, el codillo fue el plato fuerte del menú. Lo abrió un consomé con tropezones, aunque muchos asistentes ya habían dado buena cuenta de los pequeños trozos de pan mientras esperaban a que diese comienzo la fiesta. La tradicional bica fue el postre perfecto para una comida donde la bebida ocupó un lugar más que destacado, pues la organización distribuyó por las mesas decenas de botellas del vino genérico Rúa. Pocas fiestas gastronómicas ofrecen la ocasión de degustar un blanco que logró 90 puntos en la guía Parker, el no va más del saber enológico. Más de 700 personas valoraron lo acertado de la decisión.

La repercusión mundial del galardón que Parker otorgó al caldo rues fue el argumento que esgrimió el Concello al entregar una placa a la bodega cooperativa Virgen de las Viñas. Hubo una segundo homenaje, con el cual se buscó premiar la labor de la hostelera María Sotelo, alma máter de la fiesta gastronómica de A Rúa. El acto se desarrolló en el salón de actos del Consistorio, minutos antes de la comida popular.

La cita contó con 11 invitados de excepción. Nueve de ellos, encabezados por el alcalde, José García Lobato, llegaron de Almendralejo (Badajoz), la ciudad que hace diez años se hermanó con A Rúa. Los dos restantes son los hijos adoptivos de la villa: Juan Francisco Sánchez Argüello y el ex baloncestista Wayne Brabender.




Daniel Vizcaya López, presidente de la bodega cooperativa Virgen de las Viñas agradeció el reconocimiento del Concello rues, que para él supone 'unha maneira de incentivar á traballar mellor. Premia a labor dos socios, pois quenes producen os viños son os propios colleiteiros', según dijo.

La hostelera María Sotelo Vilar, de Mesón O Toño, momentos después de recoger la placa, recordó que 'levo 30 anos na cociña'. También dijo que la fiesta gastronómica ruesa 'foi unha festa que creamos José Vicente Solarat e máis eu. Saiu boa, pois xa van cinco edicións. Nós seguimos cocinando o codillo no mesón'.

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