El entorno de la iglesia de San Mauro fue el escenario elegido por el equipo de gobierno de O Barco para iniciar la recuperación del Casco Vello. Una inversión de 120.000 euros permitirá enterrar cables y tuberías y pondrá un piso de granito y pizarra, según informó el alcalde socialista. Los proyectos fueron llevados a la Comisión de Obras, que analizó un estudio de reforma del edificio sindical, presupuestada en 788.800 euros, que aportará el Ministerio de Trabajo. El PP critica la lentitud para tramitar esta última obra.
“Este proyecto muestra el compromiso del Concello con el Casco Vello. Es el primer paso para urbanizarlo”. Éstos fueron los términos que empleó el alcalde de O Barco, el socialista Alfredo García, al presentar el proyecto de urbanización de la Praza da Igrexa y del entorno del templo de San Mauro.
La obra supone una inversión aproximada de 120.000 euros y dispone del beneplácito de la Comisión Provincial de Patrimonio y de los técnicos que redactaron el Plan Especial del Casco Vello. Prevé enterrar todos los cables y tuberías y construir un piso de granito y pizarra, dejando una calle de adoquín.
En un principio, el equipo de gobierno carece de los fondos necesarios para acometer la obra, por lo que el alcalde anunció el envío de proyecto a la Delegación Provincial de Política Territorial para solicitar su colaboración.
Quienes ya dieron su visto bueno al proyecto fueron los concejales de la oposición “popular”. “El entorno de la iglesia necesitaba de un arreglo”, comentó su portavoz, Moisés Blanco, que calificó esta iniciativa como “un buen primer paso para recuperar el Casco Vello”.
El concejal del PP fue más crítico al valorar el proyecto de remodelación del edificio perteneciente al patrimonio sindical, que ocupan las organizaciones sindicales y empresariales de la comarca. “Lamento que vaya tan lenta la tramitación. Cuando entré como concejal en el Concello, hace cuatro años, ya se hablaba de él”, se quejó Moisés Blanco.
Pero esta queja no impedirá al PP votar a favor de un proyecto que redactó el Concello barquense y que será ejecutado con fondos del Ministerio de Trabajo. Este organismo se gastará 788.800 euros en esta iniciativa, que reclaman desde hace años la patronal y los sindicatos.
La principal novedad del proyecto es la inclusión de un bajo cubierta sobre la primera planta, que será destinado a salón de actos -con una capacidad aproximada de 50 plazas- y para sala de reuniones.
El socialista Alfredo García explicó que durante las obras de reforma sindicalistas y empresarios serán repartidos entre las segundas plantas del nuevo Consistorio y de la vieja Casa Consistorial. Para posibilitarlo, la ludoteca será trasladada al edificio de la Biblioteca Municipal.
La obra supone una inversión aproximada de 120.000 euros y dispone del beneplácito de la Comisión Provincial de Patrimonio y de los técnicos que redactaron el Plan Especial del Casco Vello. Prevé enterrar todos los cables y tuberías y construir un piso de granito y pizarra, dejando una calle de adoquín.
En un principio, el equipo de gobierno carece de los fondos necesarios para acometer la obra, por lo que el alcalde anunció el envío de proyecto a la Delegación Provincial de Política Territorial para solicitar su colaboración.
Quienes ya dieron su visto bueno al proyecto fueron los concejales de la oposición “popular”. “El entorno de la iglesia necesitaba de un arreglo”, comentó su portavoz, Moisés Blanco, que calificó esta iniciativa como “un buen primer paso para recuperar el Casco Vello”.
El concejal del PP fue más crítico al valorar el proyecto de remodelación del edificio perteneciente al patrimonio sindical, que ocupan las organizaciones sindicales y empresariales de la comarca. “Lamento que vaya tan lenta la tramitación. Cuando entré como concejal en el Concello, hace cuatro años, ya se hablaba de él”, se quejó Moisés Blanco.
Pero esta queja no impedirá al PP votar a favor de un proyecto que redactó el Concello barquense y que será ejecutado con fondos del Ministerio de Trabajo. Este organismo se gastará 788.800 euros en esta iniciativa, que reclaman desde hace años la patronal y los sindicatos.
La principal novedad del proyecto es la inclusión de un bajo cubierta sobre la primera planta, que será destinado a salón de actos -con una capacidad aproximada de 50 plazas- y para sala de reuniones.
El socialista Alfredo García explicó que durante las obras de reforma sindicalistas y empresarios serán repartidos entre las segundas plantas del nuevo Consistorio y de la vieja Casa Consistorial. Para posibilitarlo, la ludoteca será trasladada al edificio de la Biblioteca Municipal.
