Los tres tramos reformados de la carretera OU-533, entre Viana y A Rúa, carecen de la señalización horizontal dos semanas después de finalizar la obra. Los conductores se quejan del problema de seguridad que supone.
La ausencia de señalización horizontal en varios tramos de la carretera OU-533, entre A Rúa y Viana, provocó las quejas de un buen número de sus muchos usuarios. Se quejan de la falta de seguridad que ocasiona, pues afirman que de noche o con niebla apenas pueden verse los límites de la calzada.
Esta circunstancia es conocida por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, donde aseguran que los tramos se van a pintar, aunque añaden que las condiciones meteorológicas están retrasando estas labores. A este respecto, explican que las señales horizontales no pueden pintarse con lluvia, lo que obligará a esperar por el regreso del buen tiempo.
Los tramos peligrosos son tres, uno de tres kilómetros ubicado en las inmediaciones de Viana ; un segundo de una distancia similar, próximo al Alto do Covelo y un tercero a la altura del pueblo de As Ermidas (O Bolo), éste de 2,5 kilómetros.
Los trabajos, que fueron ejecutados por la constructora valdeorresa Acoval, se centraron en la renovación de la capa de asfalto de la carretera. Sin embargo, hace medio mes que finalizaron, sin que la señalización horizontal volviese a pintarse.
Los conductores, incluido el alcalde de Viana, Andrés Montesinos, se quejan que de noche apenas se aprecia dónde termina la calzada, con el peligro que entraña esta situación.
Esta circunstancia es conocida por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, donde aseguran que los tramos se van a pintar, aunque añaden que las condiciones meteorológicas están retrasando estas labores. A este respecto, explican que las señales horizontales no pueden pintarse con lluvia, lo que obligará a esperar por el regreso del buen tiempo.
Los tramos peligrosos son tres, uno de tres kilómetros ubicado en las inmediaciones de Viana ; un segundo de una distancia similar, próximo al Alto do Covelo y un tercero a la altura del pueblo de As Ermidas (O Bolo), éste de 2,5 kilómetros.
Los trabajos, que fueron ejecutados por la constructora valdeorresa Acoval, se centraron en la renovación de la capa de asfalto de la carretera. Sin embargo, hace medio mes que finalizaron, sin que la señalización horizontal volviese a pintarse.
Los conductores, incluido el alcalde de Viana, Andrés Montesinos, se quejan que de noche apenas se aprecia dónde termina la calzada, con el peligro que entraña esta situación.
