El precio medio de la piedra solo aumentó un 0,4 %, estrechando los márgenes de las empresas
La práctica congelación de los precios complica la actividad del sector pizarrero. Según los datos que manejan los empresarios, ya referidos a 2017, la tarifa media aumentó el 0,4 % respecto a la del ejercicio precedente, situándose en 535 euros por tonelada. El problema no es nuevo. Basta apuntar que, en la última década, la subida apenas superó el 7 %, un incremento muy inferior al registrado por costes como el del combustible. "Los márgenes se van estrechando", apuntaron ayer fuentes empresariales del sector.
La igualdad se repite al hablar del total exportado por las canteras gallegas y de Castilla y León. El volumen de pizarra vendida en el exterior alcanzó las 475.117 toneladas, ligeramente por debajo de las 475.752 de 2016 y muy por detrás de las 666.364 de 2007, cuando la crisis económica comenzaba a hacerse notar.
La traducción monetaria de todas estas toneladas permite hablar de una facturación de 253.986.501 euros, cantidad que también es muy similar a la del año pasado: 253.615.220.
Los pizarristas finalizaron el año con números muy parejos a los del ejercicio anterior, a pesar de las optimistas expectativas con que comenzaron 2017. Estas buenas perspectivas parecen repetirse este año, con el mercado francés, el principal destino de la pizarra gallega, manejando un importante número de licencias de obra.
El volumen de piedra adquirida por los distribuidores del país vecino creció un 3 %, alcanzando las 197.503 toneladas y 104.733.481 euros. Detrás de esta subida está una ligera rebaja del precio medio, que pasó de 532 a 530 euros. "Los precios son el principal problema del sector", aseveraron fuentes de los pizarristas.
El incremento de la exportación a Francia palió parte del retroceso que acusaron las importaciones del Reino Unido. Hacia Inglaterra viajó un 7 % menos de piedra, o lo que es lo mismo, bajó de 156.115 a 145.328 toneladas. La isla británica venían de alcanzar cifras récord en sus compras de pizarra.
Todas estas cifras permiten mantener los puestos de trabajo en un sector que, en Galicia, genera aproximadamente 2.400 empleos directos, a los que hay que sumar 10.000 indirectos, según los datos estimados por empresarios y sindicatos.
Las pizarreras vuelven a contratar trabajadores, aunque generalmente, aumentan su personal buscando "renovar las plantillas", según fuentes empresariales.
