La bajada de las temperaturas castigó a los viñedos de O Barco, Rubiá y del llano rues podados con retraso

El Consello Regulador calcula un 10% menos de cosecha por la helada

La hojas de algunos viñedos de O BArco muestran los daños causados por las heladas
La helada que castigó el viñedo de O Barco y Rubiá no causó demasiados desperfectos en el resto de la Denominación de Orixe Valdeorras. El técnico del Consello Regulador, Jorge Mazaira, anunció ayer que la incidencia en el total de la cosecha se aproximará al 10%. Este porcentaje dista mucho del 60% que calculó el presidente de la bodega cooperativa barquense Jesús Nazareno, Manuel Fernández, para las pérdidas que provocó el frío registrado durante la madrugada del cinco de mayo.
Jorge Mazaira dedicó buena parte de la jornada de ayer a comprobar los efectos de la helada en los viñedos de la Denominación de Orixe. Los municipios más perjudicados fueron los de O Barco y Rubiá, donde están los viñedos de la bodega cooperativa de O Barco, y el llano de A Rúa. En el resto de la comarca, la incidencia fue mínima, según apuntó. En todo caso, el técnico del Consello Regulador aclaró que la repercusión 'es muy variable en las distintas zonas'. En este sentido, apuntó que las corrientes de aire frío propician que la entidad de los daños difiere mucho entre dos viñas contiguas.

Antes de que la caída de las temperaturas 'quemase' un buen número de viñas, las previsiones del sector no podían ser más optimistas, pues apuntaban a una cosecha magnífica, muy superior a la de la campaña del 2009. Ahora, los daños de la helada rebajaron estas expectativas hasta las cifras de esa última vendimia, cuyo total supero las 5.700 toneladas.

El técnico del Consello Regulador, Jorge Mazaira, explicó que las viñas más castigadas son las que se podaron más tarde, especialmente las de las variedades de uva jerez y garnacha. En todo caso, aquellos viñedos en los que sólo se quemaron las puntas de los brotes, únicamente sufrirán un retraso en el proceso de maduración.

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