La bodega presentó las botellas, aún sin nombre, en la convención ruesa de vehículos clásicos

La cooperativa de A Rúa da a probar su nuevo espumoso

Santiago Álvarez y Fina Prada, del Motor Club Rúa.
Los más de 200 amantes de los vehículos clásicos que participaron en la concentración de A Rúa tuvieron el privilegio de ser los primeros en degustar el espumoso que, con uvas de la variedad godello, elabora la Bodega Cooperativa Virgen de las Viñas para comenzar a conmemorar su medio siglo de vida, que cumple en julio de 2014.
Llegaron en Ferrari, Austin, Porsche o Seat 1.500, así como en otros muchos modelos, incluidas las motos Montesa y un autobús Pegaso. Utilizaron 124 vehículos, que en su mayoría partieron del Bierzo, Lemos, Ourense, Portugal o Verín. Ellos fueron los afortunados que pudieron saborear las primeras botellas que abrió la bodega. La expedición fue organizada por el Motor Club Rúa, que preside Santiago Álvarez Rodríguez, quien lamentó la pobre respuesta de los valdeorreses aficionados a los coches de época, que también los hay.

Durante la degustación, el enólogo de la bodega cooperativa, Julio Ricarte Mateu, resumió los planes de Virgen de las Viñas. Pasan por elaborar 1.004 botellas de un espumoso preparado con la única finalidad de celebrar el medio siglo de vida que cumplirá en julio de 2014. Los 630 socios que continúan activos saborearán la gran mayoría de un producto creado para premiar su fidelidad. También estarán a la venta, aunque serán las menos, pues apenas alcanzarán los dos centenares. En todo caso, aún hay que esperar a diciembre para valorar si el resultado acompañó los esfuerzos de la bodega, pues ese mes fue el elegido para iniciar su distribución. La prueba de ayer fue forzada. Buscó premiar la visita de los vehículos clásicos, una cita que fue incluida en el programa de la XVI Feira do Viño de Valdeorras. 'Quisimos darles a probar algo distinto', dijo Julio Ricarte.

El enólogo de Virgen de las Viñas también explicó que el proceso de elaboración comenzó en septiembre de 2012, con una fermentación natural sin azúcar. Después de fermentar en un depósito y de su embotellado, el espumoso fue sometido a la fase de asentado, un proceso en el que continuará hasta que los empleados vuelvan a mover las botellas para el decantado. Posteriormente, llegará su distribución.

El espumoso de Virgen de las Viñas aún no tiene nombre. Todavía hay tiempo para buscar la marca más adecuada, aunque en la bodega ya piensan que debe guardar relación con el motivo de su embotellado: su 50 aniversario.

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