Los vecinos de Vilamartín deberán pagar 0,2 puntos menos en concepto de impuesto de bienes inmuebles (IBI). Lo aprobó ayer, por unanimidad, la Corporación municipal. Este común acuerdo no impidió un tenso debate entre el alcalde socialista y el portavoz popular.
El regidor, Enrique Álvarez Barreiro, culpaba al concejal del PP de la demora en una rebaja que, según afirmó, el Concello no pudo acometer hasta que estuviese saldada la deuda de 1,6 millones de euros. Esta es la cantidad que, según aseguró el primer edil, se encontró al llegar a la Alcaldía. “Vostede deixou o Concello endebedado”, afirmó, refiriéndose al periodo en el que los populares lideraron el equipo de gobierno.
El portavoz popular, José Pinto Álvarez, discrepó con el principal argumento del alcalde, expuso que la deuda se saldaría con las cuatro plazas de funcionarias que permanecen sin cubrir en el Concello y recordó que su grupo lleva tres años solicitando la bajada del IBI.
El grupo del PP optó por la abstención al votar una partida de 192.000 euros para acometer obras en infraestructuras en Vilamartín, Córgomo, Correxais y Arnado. Su portavoz consideró prioritario eliminar los vertidos de aguas residuales. A su vez, el alcalde defendió que “son obras que lle fan falta aos pobos”. El punto salió adelante con los votos socialistas.
A una pregunta de Pinto Álvarez por la limpieza de fincas, Enrique Álvarez expuso que hay 4.500 sin limpiar y más de 200 expedientes abiertos en el Concello.
