El incendio que prendió en el paraje barquense de O Serro en la tarde del pasado 21 de agosto podría haber sido provocado por la chispa de unos cables de baja tensión correspondientes a la red eléctrica de la empresa Gas Natural-Unión Fenosa. Así lo entiende la Consellería do Medio Rural e do Mar, que denunció en el Juzgado de O Barco, a través de sus agentes forestales, a la empresa eléctrica como posible causante del fuego, según pudo saber este periódico.
Las dimensiones del área quemada por el incendio fueron reducidas, menos de una hectárea, pero alarmó a los vecinos, que también relacionaron el fuego con los cables eléctricos.
El fuego fue apagado rápidamente por los equipos de extinción del distrito forestal XIII de Medio Rural. Colaboraron con ellos vecinos de la zona, alguno de los cuales dijo haber presenciado como las llamas comenzaron a partir de las chispas provocadas por una línea de baja tensión que discurre por este paraje, próximo a la villa de O Barco.
El fuerte viento que ese día de agosto se levantó en Valdeorras hizo que los cables, probablemente en mal estado, se tocasen, desprendiendo las chispas que ocasionaron el incendio.
Ese mismo día y pocos minutos después de que los equipos de extinción fuesen alertados del incendio de O Serro, ardió un paraje próximo al helipuerto de Vilanova (O Barco), que este año no utilizó como base permanente Medio Rural. Ese mismo día, también se declaró otro incendio en el municipio de A Veiga. n
Las llamas volvieron en la tarde de ayer a la localidad de A Vilavella (A Mezquita), cuyos vecinos celebraban las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de la Cabeza. El fuego, según dio a conocer la Consellería de Medio Rural, se declaró poco antes de las seis de la tarde en una zona de pinos y se propagó con rapidez por el monte, llegando a cubrir de humo buena parte del municipio.
Al lugar acudieron nueve brigadas forestales, una pala y cuatro coches motobombas, pero los efectivos solicitaron la presencia de los medios aéreos ante el riesgo de que el fuego se propagase a las viviendas. 'Comezou a arder nunha zona moi próxima ó pobo, na que plantan lume ano tras ano', lamentaba el alcalde, Rafael Pérez.
La magnitud que llegó a alcanzar el fuego provocó que al lugar se desplazasen dos helicópteros, seis aviones de carga en tierra y la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (Brif) de Laza. Los efectivos daban por controlado el incendio pasadas las nueve de la noche, permaneciendo en el lugar varios retenes ante el temor de que los rescoldos se reavivasen.
Este es el segundo incendio que se declara en esta semana en A Mezquita. El otro fue el pasado martes en Castromil y obligó a desalojar a los 47 vecinos de San Ceprián, ya en Zamora, calcinando más de mil hectáreas de monte arbolado y raso.
Pero no fue este el único incendio ayer en la provincia, dado que a las 13.30 horas fueron vistas las llamas del fuego que calcinó una pequeña zona de monte bajo próxima a la aldea de Castreloais (municipio de Chandrexa de Queixa). Este fuego, según el alcalde, Francisco Rodríguez, calcinó un área reducida de monte. Fue extinguido en un par de horas tras la intervención de los medios aéreos y terrestres de la Xunta y de la Brif de Laza.
El fuego fue apagado rápidamente por los equipos de extinción del distrito forestal XIII de Medio Rural. Colaboraron con ellos vecinos de la zona, alguno de los cuales dijo haber presenciado como las llamas comenzaron a partir de las chispas provocadas por una línea de baja tensión que discurre por este paraje, próximo a la villa de O Barco.
El fuerte viento que ese día de agosto se levantó en Valdeorras hizo que los cables, probablemente en mal estado, se tocasen, desprendiendo las chispas que ocasionaron el incendio.
Ese mismo día y pocos minutos después de que los equipos de extinción fuesen alertados del incendio de O Serro, ardió un paraje próximo al helipuerto de Vilanova (O Barco), que este año no utilizó como base permanente Medio Rural. Ese mismo día, también se declaró otro incendio en el municipio de A Veiga. n
Las llamas volvieron en la tarde de ayer a la localidad de A Vilavella (A Mezquita), cuyos vecinos celebraban las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de la Cabeza. El fuego, según dio a conocer la Consellería de Medio Rural, se declaró poco antes de las seis de la tarde en una zona de pinos y se propagó con rapidez por el monte, llegando a cubrir de humo buena parte del municipio.
Al lugar acudieron nueve brigadas forestales, una pala y cuatro coches motobombas, pero los efectivos solicitaron la presencia de los medios aéreos ante el riesgo de que el fuego se propagase a las viviendas. 'Comezou a arder nunha zona moi próxima ó pobo, na que plantan lume ano tras ano', lamentaba el alcalde, Rafael Pérez.
La magnitud que llegó a alcanzar el fuego provocó que al lugar se desplazasen dos helicópteros, seis aviones de carga en tierra y la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (Brif) de Laza. Los efectivos daban por controlado el incendio pasadas las nueve de la noche, permaneciendo en el lugar varios retenes ante el temor de que los rescoldos se reavivasen.
Este es el segundo incendio que se declara en esta semana en A Mezquita. El otro fue el pasado martes en Castromil y obligó a desalojar a los 47 vecinos de San Ceprián, ya en Zamora, calcinando más de mil hectáreas de monte arbolado y raso.
Pero no fue este el único incendio ayer en la provincia, dado que a las 13.30 horas fueron vistas las llamas del fuego que calcinó una pequeña zona de monte bajo próxima a la aldea de Castreloais (municipio de Chandrexa de Queixa). Este fuego, según el alcalde, Francisco Rodríguez, calcinó un área reducida de monte. Fue extinguido en un par de horas tras la intervención de los medios aéreos y terrestres de la Xunta y de la Brif de Laza.
