El alcalde de O Barco anunció el próximo inicio de la limpieza de los taludes

Derrumbes de tierra en la N-536 debido a la erosión

Señal advirtiendo de los desprendimientos en la N-536.
Los arrastres de tierra procedente de los montes que en agosto de 2012 ardieron en O Barco preocupan a los vecinos y, muy especialmente, a los colectivos ecologistas. La Sociedade Galega de Historia Natural mostró su preocupación ante los materiales que se van acumulando sobre las cunetas de la carretera N-536, que comunica O Barco con Sobradelo, por la que discurre la práctica totalidad del tráfico de la cuenca pizarrera de Carballeda.
Los puntos que concentran una mayor cantidad de cenizas, tierra y piedras fueron señalizados con conos y señales advirtiendo del peligro de desprendimientos, estando situado el tramo más problemático entre O Barco y la aldea de Coedo, en los kilómetros 46 y 47 de la N-536.

El alcalde socialista de O Barco, Alfredo García Rodríguez, confirmó ayer su preocupación por este problema. Inmediatamente, aclaró que en un plazo no superior a 10 días, una empresa acometerá los trabajos de limpieza de los taludes y laderas para erradicar el problema de los arrastres.

En este sentido, el regidor anunció que el Ministerio de Fomento ya adjudicó el proyecto solicitado por el Concello. 'El proyecto para corregir esta situación ya está adjudicado. Esta semana o la próxima, comenzarán las obras', aseguró el regidor.

Su ejecución lleva aparejada una segunda obra importante: la construcción de la acera de madera construida a modo de voladizo sobre la margen izquierda del río Sil entre Coedo y la villa barquense. Su construcción fue reclamada insistentemente por los vecinos de la aldea, quienes deben caminar entre los trailers y vehículos pesados que viajan a las canteras de pizarra por la N-536.

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