Es una medida provisional para resolver las emergencias mientras no se aborda el proyecto definitivo
El servicio de Vías y Obras de la Diputación provincial no colocará nuevas barreras de seguridad en la carretera OU-807, principal acceso a la localidad de San Vicente, en el concello de Vilamartín de Valdeorras. Esta medida se adopta para no impedir el paso de vehículos que deban atender situaciones de emergencia en el pueblo, aunque sí se mantendrá toda la señalización que prohíbe la circulación por el tramo". Este es uno de los acuerdos alcanzados ayer entre el presidente de la Diputación, Manuel Baltar, con representantes de los trabajadores y directivos de las canteras Pizarras Gallegas y Salgueiral, mientras en el exterior el Pazo Provincial se manifestaban centenar y medio de trabajadores de las canteras y vecinos de San Vicente.
En la reunión se acordó asimismo que el servicio de Vías y Obras analice la posibilidad de implantar un sistema que permita cortar el tráfico o abrirlo en función de las necesidades. Estas medidas se complementarán con la realización de un control topográfico continuado en la carretera, para verificar permanentemente su nivel de seguridad. Simultaneamente, la Diputación estudiará nuevas opciones para poder rehabilitar la OU-807 o abrir vías alternativas.
Según fuentes de la Diputación provincial, el objetivo fundamental es preservar la seguridad de los vecinos de San Vicente, mientras se está a la espera de los informes técnicos que está elaborando una consultora sobre el trazado más idóneo para la nueva carretera.
Seguridad para los vecinos
El vicepresidente de la Diputación, Rosendo Fernández, señalaba tras el encuentro que afrontan una situación "complexa, difícil e antiga, pero ante todo está a seguridade dos veciños de San Vicente". La Diputación, añadió, pondrá todos los medios para garantizar esa seguridad y para que los trabajadores puedan conservar sus empleos en las canteras afectadas y en esa línea va el acuerdo alcanzado .
Para el concejal socialista en Vilamartín Enrique Álvarez, las decisiones adoptadas ayer "non son todo o agradable que quixéramos, pero permitirá seguir traballando nas canteiras perxudicadas e a xente seguirá pasando pola carretera". Según Álvarez, "haberá un sistema de control para ver como evoluciona a seguridade do vial e a xente pasarápor el, pero baixo a súa responsabilidade, pois seguirán os sinais de prohibición". El concejal insiste en que la solución pasa por cumplir el convenio que se firmó hace tres años: que la cantera Cavima acceda por un túnel a la explotación y se rellene la vaguada para recuperar la carretera, aunque esto ahora no lo permite la Confederación Hidrográfica.
Por su parte, el representante sindical de los trabajadores, José Paradelo, señalaba que "en principio solucionouse o problema a corto plazo. A carretera volverase usar para emerxencias e a Deputación comprométese a arreglala se non se estropea máis, pero se se sigue a traballar debaixo dela non se vai poder facer nada". Los trabajadores aguardan ahora a la solución que adopte la Dirección Xeral de Minas de la Xunta, a la que se desplazará hoy una representación de las empresas, trabajadores y vecinos, para conocer la postura de este departamento autonómico ante el problema.
Paradelo cree que en cuanto llegue el frío y las lluvias la carretera volverá a resarcirse. Cree que los accesos alternativos "ou ben son inviables ou supoñen un perigo" y por eso considera que "hai que tomar unha resolución xá, porque o pobo de San Vicente está sen acceso, esto é primordial, pero tamén moitos traballadores poden perder o seu emprego".
