El estado de la pareja de Carballeda que sufrió una intoxicación de monóxido de carbono empeoró en las últimas horas y ambos continúan en el Hospital. Fuentes de emergencias dijeron que el gas no afectó a su hijo, de 15 meses, por la menor estatura.
El empeoramiento de la pareja de Carballeda intoxicada con monóxido de carbono este sábado estuvo a punto de provocar su traslado a la Unidad de Cuidados Intensivos del Complexo Hospitalario de Ourense. Las variaciones registradas por los análisis de Liliana B. F. y Hugo A. C. (de 24 y 25 años, respectivamente), provocó el inicio de los trámites para llevarlos. Por la tarde, su situación se fue estabilizando y se descartó trasladarlos.
Su hijo de 15 meses se encontraba en perfecto estado en la tarde del sábado, según reflejaron las pruebas realizadas en el Hospital Comarcal Valdeorras. Sin embargo, ayer tarde, su familia lo volvió a llevar al área de Urgencias del Hospital de O Barco, a causa de su prolongada somno lencia. El bebé se pasó buena parte del domingo durmiendo. Sin embargo, los análisis volvieron a reflejar que no sufría ningún trastorno. Pese a ello, quedó ingresado en observación.
Cuando un niño de unos 10 año dio la voz de alarma eran las 15.00 horas. Pero la rigidez de los músculos de los padres parecía indicar que llevaban bastantes horas en ese estado. Esta circunstancia la confirmó Alan Vales, que vive en el segundo piso de la casa. A las 7.00 horas, al bajar las escaleras, vio a la mujer sentada ante el aparato de televisión, con éste encendido, en el primer piso. Cuando bajé a trabajar tenían la puerta abierta. Estaban sentados, dijo. Añadió que no se decidió a entrar por miedo a enfadar a sus vecinos.
En medio de la pareja estaba sentado el bebé de 15 meses, que no sufrió ningún trastorno, al contrario que sus padres. Esta circunstancia fue debida a su menor estatura, que evitó que respirara el monóxido de carbono, un gas que tiende a elevarse.
Su hijo de 15 meses se encontraba en perfecto estado en la tarde del sábado, según reflejaron las pruebas realizadas en el Hospital Comarcal Valdeorras. Sin embargo, ayer tarde, su familia lo volvió a llevar al área de Urgencias del Hospital de O Barco, a causa de su prolongada somno lencia. El bebé se pasó buena parte del domingo durmiendo. Sin embargo, los análisis volvieron a reflejar que no sufría ningún trastorno. Pese a ello, quedó ingresado en observación.
Cuando un niño de unos 10 año dio la voz de alarma eran las 15.00 horas. Pero la rigidez de los músculos de los padres parecía indicar que llevaban bastantes horas en ese estado. Esta circunstancia la confirmó Alan Vales, que vive en el segundo piso de la casa. A las 7.00 horas, al bajar las escaleras, vio a la mujer sentada ante el aparato de televisión, con éste encendido, en el primer piso. Cuando bajé a trabajar tenían la puerta abierta. Estaban sentados, dijo. Añadió que no se decidió a entrar por miedo a enfadar a sus vecinos.
En medio de la pareja estaba sentado el bebé de 15 meses, que no sufrió ningún trastorno, al contrario que sus padres. Esta circunstancia fue debida a su menor estatura, que evitó que respirara el monóxido de carbono, un gas que tiende a elevarse.
