Pizarras Gallegas S.A. regresó ayer a la normalidad después de que el sábado fuera encontrado un artefacto explosivo en sus instalaciones, en Vilamartín de Valdeorras. La tranquilidad fue la nota dominante de la jornada. Mientras, las fuerzas de seguridad prosiguen la investigación. Para el alcalde de O Barco, Alfredo García, este acto puede responder a grupos radicales relacionados con la defensa del medio ambiente. El PP de Valdeorras ha condenado enerxicamente o atentado, afortunadamente frustrado.
Después del susto de descubrir el sábado una olla con explosivos en sus instalaciones, la empresa Pizarras Gallegas S.A., de Vilamartín de Valdeorras, volvió ayer a la normalidad. Fue un día normal, sin ningún tipo de problemas y el personal vino todo. Como siempre, explicó Miguel Pérez, uno de los trabajadores de la empresa, quien también indicó que no se había recibido ninguna amenaza que pudiera alertar de lo que iba a ocurrir el sábado. Del mismo modo, resaltaba la suerte de los cuatro operarios de mantenimiento que se encontraban en la empresa cuando apareció la olla. Primero llamaron a la Guardia Civil, porque ves un despertador y una bolsa y no sabes si es verdad o puede ser una broma pesada. Hasta que llegaron los expertos no se sabía con exactitud lo que era, explica Pérez.
Era pólvora y trilita, un explosivo muy potente que, según este trabajador nosotros no utilizamos en nuestro trabajo. La pólvora supongo que ya es más fácil de conseguir, aunque nosotros ya no la utilizamos, aseguraba.
Condena del PP
Mientras la empresa recobraba la tranquilidad, la investigación proseguía su marcha con el objetivo principal de identificar a la persona o personas que colocaron el artefacto explosivo en la pizarrera. Para el alcalde de O Barco, Alfredo García, lo ocurrido responde más a reivindicaciones de un grupo radical probablemente ecologista que a un terrorismo más organizado como pueda ser el de ETA. No en vano, desde un primer momento los investigadores apuntaron como principales sospechosos a grupos radicales, posiblemente vinculados con el independentismo gallego y la defensa del medio ambiente. Sin embargo, Alfredo García mostró su preocupación por la aparición de grupos radicales de protección de medio ambiente, si bien apuntó a que hay que esperar a que finalice la investigación policial para conocer quién colocó el artefacto explosivo y por qué motivos.
Por su parte, el PP de Valdeorras afirmó en un comunicado que rexeita calquera tipo de violencia e condena enerxicamente o atentado, afortunadamente frustrado. Añade que xurdiron conflictos varios, propios do desenrolo e tecido industrial, pero nunca chegar ó extremo de atentar contra a industria e por pouco non causar a morte a algunhas das persoas que alí traballan.
Era pólvora y trilita, un explosivo muy potente que, según este trabajador nosotros no utilizamos en nuestro trabajo. La pólvora supongo que ya es más fácil de conseguir, aunque nosotros ya no la utilizamos, aseguraba.
Condena del PP
Mientras la empresa recobraba la tranquilidad, la investigación proseguía su marcha con el objetivo principal de identificar a la persona o personas que colocaron el artefacto explosivo en la pizarrera. Para el alcalde de O Barco, Alfredo García, lo ocurrido responde más a reivindicaciones de un grupo radical probablemente ecologista que a un terrorismo más organizado como pueda ser el de ETA. No en vano, desde un primer momento los investigadores apuntaron como principales sospechosos a grupos radicales, posiblemente vinculados con el independentismo gallego y la defensa del medio ambiente. Sin embargo, Alfredo García mostró su preocupación por la aparición de grupos radicales de protección de medio ambiente, si bien apuntó a que hay que esperar a que finalice la investigación policial para conocer quién colocó el artefacto explosivo y por qué motivos.
Por su parte, el PP de Valdeorras afirmó en un comunicado que rexeita calquera tipo de violencia e condena enerxicamente o atentado, afortunadamente frustrado. Añade que xurdiron conflictos varios, propios do desenrolo e tecido industrial, pero nunca chegar ó extremo de atentar contra a industria e por pouco non causar a morte a algunhas das persoas que alí traballan.
