Los ladrones usaron tejidos que encontraron en la casa para maniatar a la pareja tras lograr el botín

Cuatro encapuchados roban a un matrimonio mientras cenaba en su vivienda de O Barco

Dos agentes de la Guardia Civil inspeccionan los alrededores del chalé asaltado.
Un matrimonio de A Proba (O Barco), formado por Arturo Pérez y Ermitas Carracedo, fue asaltado en la cocina de su chalé. Ocurrió a las 22.00 horas del jueves y los ladrones actuaron encapuchados y esgrimiendo una pistola para exigir el dinero y las joyas, que estaban guardados en una caja fuerte y cuya cuantía aún no había sido determinada ayer tarde. Posteriormente, ataron a la pareja con telas de la casa, dándose a la fuga. El marido, que sufre problemas de salud, ingresó en el Hospital de O Barco poco después.
Como muchos otros valdeorreses, el constructor jubilado Arturo Pérez Fernández (68 años) estuvo buena parte del jueves atareado con las labores de vendimia. Lo pudieron comprobar sus vecinos, para quienes pasaron totalmente desapercibidos los hechos ocurridos a partir de las 22.00 horas. A esa hora, cuatro encapuchados accedían al interior de su chalé, en el número 149 de la avenida de Galicia, en A Proba (O Barco).

En su acción esgrimieron una pistola, sorprendiendo a Arturo Pérez y a su esposa, Ermitas Carracedo, de 69 años, cuando ambos estaban en la cocina. En casa también pernoctaba la madre del marido, Antonia, de 90 años, que no se enteró de los hechos.

Los asaltantes exigieron todo el dinero y las joyas de la casa, obligando a la mujer a entregárselos, para después maniatar a la pareja con tejidos que encontraron en la casa. Ya con el botín, que estaba guardado en una caja fuerte móvil y cuya cuantía aún no había sido determinada en la tarde de ayer, los ladrones se dieron a la fuga, no sin antes amenazar a sus víctimas con regresar si daban la voz de alerta.

Pasados unos 40 minutos, cuando el reloj marcaba las 23.00 horas, el teléfono del cuartel de la Guardia Civil comenzó a sonar. El matrimonio de A Proba había logrado desatarse e informaba haber sido víctima del robo, movilizándose inmediatamente el puesto barquense y la Policía Judicial ruesa.

Los agentes no fueron los únicos que se desplazaron hasta el 149 de la avenida de Galicia, donde está ubicado el chalé asaltado. A las 00.15 horas, llegaba la ambulancia del 061 barquense para recoger al marido, cuyos problemas de salud se agravaron a causa del ataque de nervios que sufrió durante el atraco. Poco después, ingresaba en el Hospital de O Barco.

Ayer, un familiar comentó que el matrimonio se encuentra bien, aunque prefiere no realizar declaraciones.
Fuentes consultadas apuntaron que varios asaltantes tenían acento extranjero. Accedieron al chalé por la parte posterior, al parecer sin que sonase la alarma y a pesar de los perros que custodian la vivienda. Por otra parte, vecinos de la zona aseguraban haber detectado la presencia de varias personas en actitudes extrañas en las inmediaciones del chalé, a última hora de la tarde y sospechan que lo pudiesen estar vigilando.



Los asaltantes actuaron sin recurrir a la violencia física

El ingreso en el Hospital comarcal Valdeorras del Arturo Pérez fue acordado ante el ataque de nervios que sufrió y tras tomar en consideración sus problemas de salud. En todo caso, los encapuchados evitaron en todo momento recurrir a la violencia para obtener el botín pretendido. Tal es así que la madre del marido, de 90 años, ni siquiera se enteró de que la vivienda en la que reside estaba siendo objeto de un robo.

La ausencia de violencia favoreció que los hechos pasasen prácticamente desapercibidos para los pocos vecinos de la zona. El chalé asaltado está situado en el tramo final de la avenida de Galicia, en un lugar apartado por el que discurre la línea ferroviaria Palencia-A Coruña y en un lugar próximo a las huertas de muchos vecinos de A Proba.

Aunque su situación apartada, el lugar es frecuentado por un buen número de caminantes. “A xente pasea por aquí durante a noite”, comentaba ayer una vecina. A su lado, otro barquense comentaba que tuvo conocimiento de que algo extraño sucedía en el chalé cuando vio pasar a la ambulancia del 061, cuando habían transcurrido casi dos horas de comenzar el asalto.




Ladrones con la cara cubierta realizaron 18 atracos en un año

El asalto al chalé de A Proba es el segundo que personas encapuchadas perpetran en el Concello de O Barco. El primero de ellos fue cometido el 18 de febrero, siendo la víctima el pizarrista Manuel Fernández. A mediados de julio, la investigación que desarrollaron el Equipo de Crimen Organizado (ECO), la Policía Judicial de la Guardia Civil de A Rúa y el puesto barquense de este mismo cuerpo condujeron a la detención de siete personas, dictando el juez orden de ingreso en prisión para seis de ellos.
Desafortunadamente, los atracos cometidos por personas que actúan con la cara cubierta comienzan a ser demasiado frecuentes en la provincia.

En los últimos doce meses, personas encapuchadas cometieron 16 robos en el resto de la provincia. Ocho de ellos fueron realizados en chalés de Santa Cruz y Ramirás a lo largo del mes de noviembre de 2008.

Los demás fueron perpetrados en muy distintos puntos del territorio provincial, dejando un reguero de víctimas. Entre ellas hay vecinos de Vilamartín, Baños de Molgas (dos), Xinzo, Montederramo y Trasmiras. Ourense no se libró de esta oleada y dos empresarios, un hostelero y un carnicero, eran asaltados en sus casas de O Couto y de la calle Roi Pérez.

No siempre el objetivo de los atracadores son los empresarios. Esta circunstancia la pudo comprobar una vecina de 77 años afincada en Presqueira (Baños de Molgas), a quien los asaltantes en un extraño acto de buena voluntad le respetaban los 20 euros que tenía en casa, marchándose sin ningún botín. Sucedió en el mes de abril.

También optaron por cubrirse la cabeza los ladrones que, a finales de enero, robaban una gasolinera de Trasmiras, ubicada a medio kilómetro de distancia del cuartel de la Guardia Civil. Los cuatro asaltantes sólo se llevaron 600 euros pero causaron daños por más de 10.000.

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